Fiorella Mosteiro culminó sus estudios secundarios en nuestro país en el 2021, ya decidida a seguir la carrera de ingeniería espacial, por lo que aplicó a una beca y desde hace 7 meses estudia en Rusia, donde espera obtener los conocimientos necesarios para cumplir su sueño de terminar la carrera y aportar sabiduría a su querido Paraguay, apoyando a jóvenes promesa, como lo es ella hoy.
La joven compatriota es hija única, vivió sus primeros años en la ciudad de San Lorenzo para luego mudarse con su familia a la capital del país, donde desarrolló la mayor parte de su vida.
Cuando cursaba el noveno grado debía realizar una pasantía y por su gran pasión por los animales decidió realizarla en una veterinaria, ya que incluso pensaba seguir la carrera, sin embargo, esa experiencia le hizo dar cuenta de que no era la carrera que realmente quería seguir.
El tiempo transcurrió y su preferencia académica parecía girar hacia el área de criminalística, pero no llenó sus expectativas.
“Un día estaba hablando con mi papá y le dije que quería seguir algo con respecto al espacio, ya que fue un tema que siempre me apasionó pero no sabía a qué carrera enfocarme, ahí fue que mi papá me preguntó ¿Y no te gusta ingeniería aeroespacial?” comenta Fiorella desde Rusia.
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A partir de ese momento Fio, como le dicen sus amigos, inició una exhaustiva investigación sobre la carrera de ingeniería espacial, hasta comprender que era lo que realmente le apasionaba.
Aplicó a una beca y hoy vive en Rusia
Con la ayuda de sus padres, Fiorella encontró una beca que ofrecía la Embajada de Rusia en nuestro país; se preparó, aplicó, lo consiguió y hoy es una digna estudiante que representa a Paraguay en el mencionado país.
Respecto al idioma, comenta que se maneja bien, aunque todavía le cuesta “obviamente necesito mejorar, pero estudiar ruso estando acá te facilita mucho, ya que siempre estás practicando, ya sea para leer algo, para comprar cosas, en el metro, etcétera” indica.
Agencia Espacial en Paraguay
“Me emociona ver cómo se esfuerzan para sacar a nuestro país adelante, pero en comparación a Rusia, sí le hace falta mucho más apoyo, creo que esa fue una de las cosas que más me sorprendió al llegar a Rusia, porque en Paraguay tenía que esforzarme para encontrar algo con respecto a lo espacial (incluso objetos decorativos) mientras que acá se ve en casi todos lados” reflexiona la estudiante.
Añade que estando en Rusia, tienen la posibilidad de ir a museos relacionados a su carrera, que tiene acceso a indumentarias e incluso existen lugares donde se vende comida para astronautas.
“En uno de los parques más populares acá, en Moscú, hay una réplica del cohete vostok” comenta emocionada.
También resalta que la Agencia Espacial en Paraguay apoya a los estudiantes que están afuera del país.
“Cuando yo fui por primera vez a la sede donde trabajan, me abrieron las puertas sin problema alguno, me hicieron una carta de recomendación e incluso me ofrecieron otras becas además de la rusa”, recuerda Fiorella.
“Los esfuerzos de hoy son nuestros logros del mañana”, Fiorella
Desde la lejana Rusia, Fio envía un mensaje a aquellos jóvenes que comparten su misma pasión, “les digo que no se desanimen ni se rindan” enfatiza.
Desde el punto de vista de la joven, Paraguay está creciendo de a poco en esta área.
“Todavía hay mucho por lo que trabajar en esta materia, así que mientras más seamos los que estemos adentro, podremos obtener mejores resultados e incluso en menos tiempo de lo que creemos” reflexiona.
Una vez que termine la carrera, a Fiorella le gustaría permanecer en Rusia para realizar alguna especialización o trabajar “de ser posible en la Roscosmos” indica.
Aunque también baraja la posibilidad de ir a algún lugar de Europa o a China para realizar especializaciones.
“Lo más difícil de estar lejos de casa es el techaga’u“, dice Fiorella
Fiorella es una joven muy apegada a la familia, en especial a sus padres, abuelos, tíos y primos con quienes compartía frecuentemente, por lo que existen días en los que “se hace difícil estar lejos de casa”.
“Hay días donde cuesta más, a veces cuando estoy volviendo de la universidad espero volver a casa y contarles a mis padres acerca de mi día, comer con ellos mientras vemos películas, estar con mis gatos, ir los domingos a casa de mis abuelos y pasar rato con la familia” comenta.
Comenta que también debe acostumbrarse y que a pesar de que la tecnología ayuda bastante para estar en constante comunicación, las 7 horas de diferencia juegan un papel importante.
“Yo escribo al grupo de WhatsApp con mis padres apenas me despierto, pero no es hasta la tarde de acá que podemos conversar realmente” explica Fio.
La compatriota insta a más jóvenes a seguir sus sueños, luchar por lo que realmente desean y buscar los medios para lograrlo.