Padres de alumnos nucleados en una Asociación de Cooperadora Escolar (ACE) trabajan en apoyo a las actividades en la institución educativa, como el pago de salarios a una limpiadora y una celadora, reparaciones menores del sistema lumínico, reemplazo de lámparas agotadas, pintura, entre otros, pero no tienen capacidad de recursos para obras de mayor envergadura. “Los padres hacemos un gran esfuerzo, nos hacemos de tiempo para reunirnos y trabajar por generar las mejores condiciones de seguridad y comodidad para la formación de nuestros hijos”, mencionó Laura González, presidenta de la ACE.
Existen carencias que requieren de una intervención institucional, porque ya escapa de la capacidad de ayuda de la comisión de padres y citó la urgente necesidad de ampliar el sector destinado a comedor (actualmente es un pasillo al costado de la cocina), porque los niños que asisten a esta escuela lo hacen en horario extendido (mañana y tarde), y necesariamente deben comer en la institución. Tienen un tiempo limitado para el almuerzo, y por falta de espacio lo deben hacer por turno. Esto genera muchos inconvenientes, atrasos, y una serie de situaciones que requieren intervención.
“Necesitamos en forma urgente la construcción de un tinglado para el patio de la escuela, pues los niños deben hacer educación física, y las formaciones diarias de entrada y salida bajo un intenso sol. Cuando llueve también es un problema porque no se pueden desarrollar normalmente estas actividades”, señaló.
La directiva sostuvo que tienen datos ciertos de que ya existe un proyecto aprobado para la construcción, pero que no se pone en ejecución. “No queremos que termine el año escolar y todavía estemos con la promesa del proyecto aprobado, pero que no se ejecuta”, apuntó.
Otras necesidades perentorias son un nuevo baño sexado, porque actualmente tienen uno solo, compartido por toda la comunidad educativa, incluido niños pequeños, adolescentes y adultos. “También tenemos información de que existe un proyecto ya aprobado para la construcción de ese baño. Necesitamos que se haga la obra, por la seguridad de nuestros niños, necesitamos unos sanitarios destinados exclusivamente a los de la primaria”, explico. Asimismo, la madre de familia reclamó un rubro para una maestra de segundo grado que reemplaza a una docente que pasó a retiro por jubilación.
Polémica por quejas de cobros
La titular de la ACE hizo referencia también a las quejas planteadas por un padre de familia quien cuestionó los aportes económicos exigidos a los alumnos, a los que calificó como “excesivos”. Semanas atrás se desató una polémica porque un padre de familia, quien pidió reserva de identidad, se quejó ante lo que calificó como “excesivos cobros” que se aplican a familias de escasos recursos, cuando es el Estado el que debe ocuparse de ofrecer los servicios y las condiciones adecuadas para la educación de los niños. Había cuestionado un cobro inicial de G. 100.000 al momento de la inscripción, más un aporte mensual de G. 15.000 para el salario de una limpiadora y una encargada de cuidar los baños, más la suma de G. 20.000 para inspección médica de los estudiantes, requisito para cursar la materia de Educación Física.
“Estas quejas nos afectaron mucho, porque quienes integramos la comisión de padres hacemos un gran esfuerzo para reunirnos, organizarnos y trabajar en apoyo a la institución, y este tipo de reclamos desmoraliza. Se entendió que la escuela cobraba por inscripción, y no es cierto, tampoco es cierto que se cobraba G. 100.000. En asamblea de la ACE se resolvió un aporte único de G. 60.000 para las reparaciones de la lumínica, el baño, pintura de la escuela, para que los niños puedan iniciar las clases en un ambiente adecuado. Este aporte fue voluntario, solamente el que podía, no era condición para inscribir a sus hijos”, sostuvo.
Se recurre a este tipo de acciones porque el Ministerio de Educación “no nos da para infraestructura”, sostuvo la madre de familia, por lo que no queda otra alternativa que los padres se organicen para suplir esas necesidades.
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Respecto del aporte mensual para el salario de la limpiadora y una celadora encargada de la seguridad de los niños en el sector de baños, sostuvo que es una necesidad, y atendiendo a que la institución no cuenta con estos recursos, se acordó también en asamblea establecer un aporte mensual de G. 15.000 por alumno. “Desde los más pequeños a los más grandes utilizan el mismo baño, porque tenemos uno solo, y con todo lo que ocurre hoy en día, para seguridad de los chicos y tranquilidad de los padres, se acordó contratar una celadora que está cuidando el baño”, resaltó.
Lo mismo ocurrió con el tema de los exámenes médicos, se buscó facilitar y abaratar el costo trayendo un profesional, porque en forma particular es más caro. Admitió que una buena alternativa hubiese sido traer un profesional del servicio público y que tal inspección fuera gratuita, y que tal vez para una próxima oportunidad se puede aplicar esa estrategia de acción.
González señaló que el denunciante tiene todo el derecho a manifestarse, pero cuestionó que lo haga en forma anónima, y no plantee sus reclamos en el seno de la organización. “Ocurre muchas veces que precisamente aquellos que no participan de las reuniones y no están informados de las decisiones, lo que lleva a malos entendidos y quejas que dejan mal a la organización. Aquí las decisiones se toman de común acuerdo, y al que no puede colaborar, tampoco se le deja sin posibilidad de concurrir a la escuela. Este es un trabajo voluntario al que los padres le dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo por el bien de nuestros hijos”, señaló.
Instó a los padres a participar, a exponer sus ideas en las reuniones, enfatizó.
La escuela básica tiene más de 300 alumnos desde el nivel inicial hasta el tercer ciclo. Está ubicada sobre la calle Antequera casi Cerro Corá, en el centro urbano de la ciudad, en el antiguo barrio San Blas. Es una de las escuelas públicas más antiguas de la ciudad, fundada en 1938. En la actualidad depende administrativamente del Centro Regional de Educación de Encarnación (CREE). En el local escolar también funciona un centro de educación básica para personas jóvenes y adultas, y el colegio nacional Fulgencio Yegros, en horario nocturno.