El cuestionado intendente de San Pedro del Ycuamandyyú protagoniza una de las peores administraciones; la Contraloría General de la República detectó la falta de documentos respaldatorios por más de G. 3.500 millones, en tanto que los interventores concluyeron lapidario informe en que hacen constar daño patrimonial por G. 18.000 millones en la administración de Gustavo Rodríguez, y la Cámara de Diputados decide hoy el pedido de destitución.
Una de las denuncias en contra del jefe comunal y que sufre la comunidad educativa de Panchito López, de la colonia Andrés Barbero, es el caso de la escuela San Isidro Labrador, que se sitúa a 47 km del casco céntrico de la capital del segundo departamento, recibe a unos 80 alumnos, desde el preescolar al noveno grado, quienes estudian en medio de tremendas precariedades, y pagan el costo de la corrupción la inoperancia y la desidia de las autoridades educativas y políticas.
Lea más: Hacen fogata para mitigar frío en escuela
En la escuela, la municipalidad de Rodríguez construyó aula, culminó y entregó en papeles, pero en la práctica está abandonada e inclusa. “Un aula figura con costo de 108 millones de guaraníes, nos enteramos mediante la denuncia de la ciudadanía que figura como culminada, pero ya ven como está y los alumnos siguen estudiando bajo árboles, sin las mínimas condiciones”, dijo Zunilda Ibarrola, directora de la institución, y recuerda que el año pasado en tiempo de frío hacían fogatas para mitigar el clima.
Ministerio de Educación solo llevó promesas
Lea más: Aula cae a pedazos, alumnos estudian en la intemperie y hacen fogatas para mitigar frío
La situación es peor en la escuela, el año pasado comenzó a caer el techo de un viejo pabellón de tres aulas, la comunidad educativa remitió nota y pidió auxilio a las autoridades locales, departamentales y nacionales, pero ante la falta de respuestas decidieron optar por clausurar el pabellón. Ante las publicaciones periodísticas, el Ministerio de educación y Ciencias envió un arquitecto, quien recomendó no utilizar más el pabellón, se prometió acción para paliar la situación, pero hasta la fecha solo quedo en discursos y promesas, mientras los niños deben deambular en medio de precariedades para tratar de formarse.
No existe acceso a internet, ni biblioteca en la escuela y cuando llueve, los niños estudian bajo carpas, si hace frío hacen fogatas y si hace calor se refugian bajo árboles.