El Ministerio de Justicia separó de sus cargos al jefe de seguridad Marcos Ramírez, al oficial de guardia Marcial Aquino y al portero Luis Otazú de la cárcel de mayores de Villarrica por negligencia, tras la fuga de Carlos Ariel González Ocampos (38), quien estaba con prisión preventiva desde hacía un año y dos meses en esta dependencia por un proceso por homicidio doloso en Tavaí. Se dispuso la intervención de la institución y el Ministerio Público ya abrió una investigación para determinar si hubo o no complicidad de los funcionarios.
El director de la penitenciaría, Alberto Cáceres, informó que el recluso estaba con una visita conyugal y al momento en que iba a despedirse de su esposa, tras una distracción del guardiacárcel, se dio a la fuga cruzando la huerta de la institución que linda con la calle.
“El sábado a la tardecita ingresó la esposa del interno, estaban en la privada y aproximadamente a las 09:30 del domingo acompañó a su señora y le pidió al oficial de guardia para salir un rato afuera y poder despedirla. Él le abrió y le sacó, luego el interno aprovechó que había mucha gente, como que era día de visita, y en esos diez a quince minutos aprovechó para escaparse. El oficial de guardia se percató de que ya no estaba y se dio aviso inmediato”, explicó Cáceres.
Asimismo, recordó que “está totalmente prohibido que los internos hagan algo como salir para despedirse de sus seres queridos, fue un procedimiento totalmente incorrecto, yo realicé un informe detallado de lo sucedido y remití informe a la dirección general, así como a la unidad fiscal”, indicó el director.
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Agentes de Investigación de Hechos Punibles de la Policía Nacional desde ayer, domingo, se encuentran realizando rastrillajes por la zona en busca del prófugo. Según la información que se maneja, un hombre a bordo de una motocicleta habría ayudado a escapar a González Ocampos.
Por otro lado, la agente fiscal de turno del Ministerio Público, Noelia Soto Godoy, abrió una investigación en contra de los funcionarios penitenciarios sumariados y apartados de sus cargos para determinar si hubo o no complicidad por parte de los mismos.
La Penitenciaría Regional de Villarrica está preparada para albergar solamente a poco más de 200 reos; sin embargo, se encuentra abarrotada con un total de 510 internos, de los cuales solamente 94 son condenados y el resto cuentan con procesos pendientes con la Justicia. También cuenta con un pabellón de mujeres, con 21 internas.
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