El padre Lucio Arana, durante la homilía pidió mayor protagonismo a los fernandinos y no esperar todo de las autoridades. Hizo como especial pedido que haya respeto hacia las autoridades de la Municipalidad e instó a que exista ayuda mutua para que continúe el progreso de la ciudad, que crece a pasos agigantados.
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El sacerdote inició su prédica, destacando el rol del ciudadano. Dijo que un pueblo debe ser protagonista de lo que sucede en su comunidad. “No es bueno esperar todo del Gobierno, del Estado, sino que es importante que nosotros pongamos de nuestra parte, nuestro aporte, nuestro grano de arena. Ser responsables, respetando y cuidando la ciudad donde vivimos. Mutuamente, tanto gobernado como gobernante, tienen que tener esa capacidad de entender que tienen esa responsabilidad mutua al mismo tiempo”, destacó durante su homilía el cura.
Destacó la autoridad del intendente. Dijo que es como el padre del pueblo que está al pendiente de sus hijos y que le corresponde el cuidado y la seguridad ciudadana. Recordó la buena administración de los bienes de la comunidad y, ese sentido, dijo que el intendente es el responsable de la buena administración de un pueblo.
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“Hay que rescatar que debemos respetar a nuestras autoridades. El mundo en el que vivimos hoy parece que la cabeza ha perdido el rumbo. Por eso debemos respetar a las autoridades. En este caso al intendente, respetemos a la cabeza que es muy importante. Otra cosa muy importante es que haya una colaboración recíproca y que el gobernante sepa administrar los bienes del pueblo para que pueda ganarse ese respeto”, mencionó.
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Mencionó además que los representantes de una comunidad necesitan de la sabiduría de Dios para administrar una ciudad, porque el intendente representa una parte del Estado, que es la ciudad. “Los intendentes necesitan de la sabiduría, ser un pastor para que de alguna manera pueda cuidar de los bienes de los ciudadanos y haga posible que el ciudadano viva dignamente”, enfatizó el cura.
Fernando d ela Mor: el origen de la ciudad
El origen se dio a partir del deseo de 21 pobladores, varios de ellos extranjeros o descendientes de los primeros pobladores de la otrora Zavala Cue. El objetivo principal era mejorar los servicios en la comunidad.
La población fernandina, desde sus inicios, estuvo marcada por la multiculturalidad. Los afrodescendientes, que hasta ahora se encuentran en Loma Campamento, conocido como “Kamba Kua”, colonos europeos, principalmente catalanes, alemanes, italianos, suizos y franceses y los pobladores autóctonos abrieron el camino de la independencia de la comunidad.
En la obra “Fernando de la Mora, descubriendo su historia” escrita por el Dr. Esteban Estragó Bieber (+) y su hija Rossana Estragó Queirolo, figura una lista de los 21 vecinos que habían poblado inicialmente la ciudad. Muchos de ellos eran pobladores de la ex Zavala Cue, llamada de esa forma porque en el siglo XVIII el territorio pertenecía a los jesuitas y luego a la familia de José Antonio Zavala Delgadillo, territorio que dio vida a la población de Zavala Cue.
Esteban Estragó Trías (+), Julio y Desiderio Franco Granados, Lázaro González Yegros, Miguel Duarte Ayala, Francisco Rivarola, Benigno Solís Rivarola, Ángel Torres, Pedro Jensen, Alois Frey, Roque Caballero Enriquez, Fernando Usher Ríos, Maximiliano Palacios, Eugenio Ayala Candia, José Domingo Benítez, José Camelli, Juan Fernández, Ciriaco Jara, Emilio Raber, Carlos Sanabria y Antonio Vela son los 21 pioneros citados en el mencionado libro.