Monseñor Ricardo Valenzuela inició la homilía del primer domingo de Cuaresma recordando a los feligreses la importancia de los cuarenta días de oración y destacó que hay que hacer penitencia.
Señaló que “siempre que los cristianos anteponemos nuestro bienestar ante la necesidad de los demás nos alejamos de Jesús. No olviden que el hombre no solo vive del pan, sino también vive de toda palabra que sale de la boca de Dios”, dijo el religioso.
El obispo refirió que hoy en día la gente quiere convertirlo todo en pan. “La gente sólo quiere satisfacer sus deseos sin pensar en el prójimo. El consumismo y el egoísmo se han vuelto un ideal para la mayoría de las personas, y eso no debe ser así”, expresó.
Resaltó además que lamentablemente estamos observando y viviendo en una sociedad que arrastra al consumismo y que crea un vacío enorme en la vida de los jóvenes, adultos e incluso en los niños.
Aumentan los suicidios, femicidios y abuso de niños
Monseñor Valenzuela dijo que “nos impresiona la cantidad de suicidios y feminicidios que se presentan todos los días en el Paraguay y ni qué hablar de los abusos en niños. Este tipo de casos se repite porque los cristianos están cada vez más alejados de nuestro Señor”, agregó.
El obispo reiteró que la situación actual del país es preocupante, pues parece ser que, en vez de disminuir, los casos van en aumento como si fuera una epidemia, causando dolor y tristeza profunda a varias familias inocentes. “¿Qué es lo que nos pasa?”, preguntó a las mujeres y hombres que participaron de la misa.
“Necesitamos hablar más con Dios, ponerlo en primer lugar en nuestro corazón. Debemos hacer algo para superar esto, instamos a luchar contra este flagelo”, expresó Valenzuela.
Así también, se refirió al abuso de menores y dijo que en los últimos años se registraron más de 17 mil víctimas. “¿Qué es lo que nos pasa? Tenemos que hacer algo para parar con esta masiva violencia”, instó
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El obispo aseguró que si esto no se cura y no se llega a frenar se estaría creando futuros monstruos que representarían un peligro para la sociedad.
Explicó que como cristianos hay que vivir para servir, porque el reino de Dios no se impone con el poder, se ofrece con el amor y respeto hacia la familia, hacia la pareja y hacia los amigos. Resaltó que esta Cuaresma nos llama a despertar, a recordarnos que somos Dios y que tenemos que seguir sus enseñanzas.
Hay muchas cosas que no están bien y que las necesitamos cambiar. “Tenemos que hacer la conversión urgente. Es posible tener el cambio a través de nosotros, sencillamente porque Dios es fiel”, puntualizó monseñor Valenzuela.
Al finalizar la jornada dominical se pudo observar una concurrida participación de los feligreses que acuden de diferentes localidades con sus familias para participar de la santa misa.
Estuvieron presentes visitantes de la ciudad de Fernando de la Mora, Lambaré, Luque, San Lorenzo y Mariano Roque Alonso. Animó el Coro Juvenil San Cristóbal de la ciudad de Asunción.