La educación en las instituciones públicas del país, además de ser obligatoria, “tendrá carácter gratuito”, reza el artículo 76 de la Constitución Nacional. Esta premisa no se cumple actualmente, confirma el presidente de la Asociación Paraguaya de Sociología, Luis Ortíz, ya que las familias de clase baja terminan utilizando el 51% de sus ingresos en solventar la permanencia de sus hijos en el sistema escolar.
Este porcentaje es resultado de un estudio realizado en Asunción y otras ciudades del departamento Central, en el 2021 y 2022. El mismo será publicado el próximo 22 de febrero en el local de la organización Juntos por la Educación, ubicado en Mariscal López 1750 casi Kubitschek.
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¿A dónde va el dinero de los padres?
Según Ortiz, la investigación determinó que las familias de zonas vulnerables destinan un 15% de sus ingresos en la compra de uniformes, los cuales se dividen en prendas para educación física, de gala y el atuendo diario.
Por otra parte, 20% del dinero de las familias sirve para la compra de paquetes de internet y 16% se usa para adquirir útiles escolares complementarios que no están en el kit que entrega el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
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Además de estos ítems, los padres utilizan parte de su dinero en transporte, contribuciones para mejoras, limpieza o reparación de la institución educativa y para gastos que hay en las fechas conmemorativas, añadió el profesional.
Gastos escolares resultan en deserción escolar
Cuando la inversión escolar supera el 50% de los ingresos familiares, muchos optan por sacrificar la educación de sus hijos y se da la deserción escolar, enfatizó Ortiz. “Para las familias pobres es díficil seguir, porque la educación es un desincentivo por los gastos”, remarcó.
Añadió que gran cantidad de tutores optan por el trabajo de sus hijos antes que la educación, para generar más ingresos en la casa.
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Respecto a la situación de familias de clase media que tienen estudiantes en escuelas públicas, la investigación demuestra que un 34% de los ingresos se invierte en la educación de los hijos. Así, el dinero de los padres se divide en 16% para tecnologías de la información y comunicación (compra de notebook e internet), 7% en vestimenta y 7% en insumos complementarios.
El porcentaje entre lo que gastan las familias de bajos recursos económicos y las de clase media difiere, no porque los gastos sean distintos, sino porque las familias de clase media tienen un ingreso económico mayor, aclara el sociólogo responsable de la investigación.