Las antiguas paradas del histórico Ferrocarril Carlos Antonio López muestran el rostro más hostil del Estado, que no sólo no se ocupó de promover la subsistencia del medio masivo de transporte, sino además, que ni siquiera logra mantener en condiciones dignas los locales que quedaron como sitios de historia y cultura, y que forman parte de la Red de Centros Culturales Ferroviarios.
Se trata de una iniciativa promovida en su momento por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), en convenio con las distintas municipalidades.
De todas maneras, estos sitios debían ser centros culturales pero solo en teoría, ya que en la práctica la única parada que funciona con ese rol es la de Félix Pérez Cardozo. Las de Villarrica y de San Salvador se llegaron a habilitar también como centros culturales, pero la primera está prácticamente inactiva y la segunda fue abandonada por las autoridades comunales.
En tanto que las exestaciones de Coronel Martínez, Ñumí, Eugenio A. Garay y José Fassardi nunca avanzaron en este plan. Subsisten porque los antiguos exfuncionarios de Fepasa ahora fungen de caseros, que ocupan los sitios de forma irregular, pero que al mismo tiempo aseguran que son custodios del patrimonio cultural. Pero hasta copetines funcionan en algunos de ellos, según corroboró ABC en un recorrido. Lo cierto es que si nadie los cuida se deteriorarán rápidamente.
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Villarrica
En el 2011, en Villarrica el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) invirtió G. 1.530 millones en la restauración, reparación y refuncionalización de la exestación, para convertirla en un centro cultural. Hasta construyó en el predio un tinglado para que se use como teatro y centro de actividades artísticas.
El denominado centro cultural “La Estación de Villarrica” se habilitó en 2012 y se llegaron a organizar ahí varios eventos, aunque poco después quedó inactivo. Hoy en día en la exestación funcionan algunas dependencias de la Municipalidad de Villarrica. En tanto, el enorme tinglado quedó abandonado y, últimamente, durante el invierno se viene utilizando como albergue para resguardar del frío a las personas en situación de calle.
“El año pasado por ejemplo hicimos ahí la fiesta del San Juan; también del Día del Folklore. Se suelen celebrar actividades deportivas (...). Estamos planificando convocatorias nacionales para reactivar el Centro Cultural Ferrocarril de Villarrica. La idea es que vuelva a funcionar de esa manera”, indicó la directora de Cultura de la comuna guaireña, Janice Ayala. Agregó que quieren también reabrir el museo ferroviario, que actualmente no está funcionando.
San Salvador
La exestación de San Salvador es la más imponente en todo Guairá y llegó a funcionar como Centro Cultural, que atraía a muchos turistas por sus dos locomotoras. Ahora están en el galpón y en el lugar también hay varios vagones, mesa giratoria, la caldera y otros antiguos equipos ferroviarios, atractivos turísticos que ya no se explotan.
“Se habilitó acá un Centro Cultural, pero ahora está cerrado. La Municipalidad ya no volvió a habilitar, pero hay una comisión (....) Mediante que yo estoy no se roba todo el hierro. Suele entrar gente a querer robar, pero yo lo cuido, es nuestra reliquia”, contó Severiano González, casero del lugar y exfuncionario del antiguo ferrocarril.
“Nuestra estación está prácticamente abandonada, le falta atención y mantenimiento. Nuestras autoridades prácticamente no vienen. Solo los de Fepasa vinieron justo la semana pasada, vinieron a ver cómo se encontraba la estación, pero nada más”, agregó.
Severiano está como casero desde hace más de 20 años. Es exferroviario del tren, donde trabajó como personal de seguridad y luego ya se quedó como cuidador y encargado. “Hace años dejaron de pagarme mi sueldo. Fui funcionario hasta el 2011 y después ya no me renovaron mi contrato”, refirió. El hombre se dedica actualmente a la carpintería que funciona en el predio de la exestación.
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Coronel Martínez
Luis Villar es el casero de la exestación de tren de Coronel Martínez y hasta hace poco el lugar contaba con un copetín. Vive allí desde hace más de 20 años con su esposa e hijos y afirmó que tuvo que invertir de su propio dinero en el mantenimiento de la casona. “Sobre todo en pintura y limpieza. También mandé ampliar una parte del edificio; incluso el cercado del terreno, porque esto antes era un basural”, refirió.
“Cuando llegué recién solo había el edificio, que se estaba por caer todo, un basural y una letrina antigua. Yo mandé hacer hasta el baño y refaccioné todo, porque se estaba por caer a pedazos (...) Yo mandé poner cielo raso y el mantenimiento de la fachada”, agregó Villar.
Detalló que, cada tanto, empleados de Fepasa llegan al sitio a preguntar cómo se encuentra la exestación pero que no recibe ningún apoyo de la empresa estatal ni de la Municipalidad de Coronel Martínez.
También contó que fue otro empleado ferroviario el que le gestionó en Fepasa la ocupación del sitio y afirmó que no es irregular, aunque no cuenta con ningún documento. “Ellos mismos autorizaron en el año 2000. Tenía todos mis documentos, pero ahora ya no sé dónde estarán”, se excusó.
Ñumí
La exestación de Ñumí contaba con básculas viejas que se llevaron a otro museo ferroviario. Lo mismo ocurrió con los bancos para los pasajeros y del mobiliario solo quedan los antiguos mostradores, detalló Dominga Mabel Espínola. Ella es hija de un exfuncionario de Fepasa al que ya no se le renovó su contrato y que luego quedó como casero del lugar.
“Nosotros estamos acá hace más de 18 años, más o menos. Ahora se mantiene en buen estado. Nosotros procuramos siempre de pintar y hacer el mantenimiento, cuando está en nuestras posibilidades”, indicó Dominga.
“No viene nadie de la Municipalidad, tampoco de Fepasa. Antes solían venir a ver, pero hace mucho ya no sabemos de ellos. Ni me recuerdo más cuando fue la última vez que vinieron”, expresó.
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Eugenio A. Garay
Cristóbal Ramón Casco está desde hace 27 años como encargado de la exestación de Eugenio A. Garay, es decir desde 1996. Fue funcionario de Fepasa entre 1987 y 2002. “Después de eso ya no se renovó mi contrato. Nos dijeron que ya no hay sueldo para empleados”, detalló. Su último cargo fue de “capataz puentero”.
“Hasta el momento ya no hay contratos nuevos. Igualmente, permanezco en la estación y con mi familia tratamos de mantener todo original. Como se puede ver, la pintura y el edificio están en perfectas condiciones. No recibimos ayuda de Fepasa ni de la Municipalidad. Yo trato de mantener todo desde mis propios recursos; o si no, hace mucho ya se iba a caer a pedazos”.
Si bien la pintura es reciente, por dentro la casona necesita mantenimiento del revoque. “Se cae todo y se tiene que renovar”, reconoció el casero. Agregó que los funcionarios de Fepasa no vienen desde hace años a verificar la situación de la exestación. Tampoco ninguna otra autoridad.
José Fassardi
“Yo pedí ayuda al intendente, a la Municipalidad y no hay ninguna respuesta. Me fui a Fepasa y me dicen que tampoco tienen rubro”, detalló Óscar Aguilera, casero de la exestación de José Fassardi. Fue telegrafista de la línea del Ferrocarril Carlos Antonio López. Lamenta que el telégrafo y otros equipos, como una báscula y una carretilla, se hayan llevado a otro museo.
Está como encargado desde hace 22 años y en todo este tiempo solo dos veces acudieron funcionarios de Fepasa para ver las condiciones en que se encuentra el lugar. Refirió que nunca trajeron promesas de inversiones o mantenimiento.
“Estamos prácticamente abandonados por el estado y Fepasa. No sabemos qué se puede hacer. La estación se está cayendo a pedazos. Yo estoy haciendo lo que puedo, la limpieza, los cuidados y no hay apoyo. Me es un poco difícil y costoso porque de algo tengo que vivir”, sostuvo.
También contó que trabajó 24 años y cinco meses como telegrafista, hasta el año 2001. Después ya no se le renovó el contrato.
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Félix Pérez Cardozo
En el 2014 el MOPC invirtió G. 300 millones para la refacción y acondicionamiento de la exestación de Félix Pérez Cardozo para convertirla en un centro cultural. Se habilitó tres años después y en el lugar funciona un museo gracias a un convenio entre la Municipalidad local y Fepasa.
“La gente puede visitar el lugar y recibir una pequeña guía, tomarse fotos y aprender un poco de la historia. Es totalmente gratuito y se puede pasar un buen rato”, detalló su encargada, Andrea García, funcionaria municipal.
El público puede encontrar en el lugar piezas ferroviarias como el taquillero de boletería, el antiguo tocadiscos, grabadoras, básculas y los asientos del tren, entre otras, agregó.
“El Centro es mantenido exclusivamente por la Municipalidad. No sabría decir si se recibe algún apoyo de la Fepasa, pero no hay funcionarios de ellos”, aclaró García.
Tebicuary
La emblemática exestación de trenes de la localidad de Tabicuary es la que se encuentra en peores condiciones, totalmente abandonada por Fepasa, hasta el punto de que fue objeto de robo y rapiñas de la instalación eléctrica como focos, cables e inclusive las cerraduras y puertas de madera.
Desde la Municipalidad local, el Intendente Juan Paredez (ANR) lamentó el total abandono del sitio e indicó que desde el municipio por lo menos se encargan de limpiar las malezas, pero que nada pueden hacer de la estructura ni en el predio, debido a que no tienen ningún vínculo o convenio con Fepasa.
Asimismo, contó que el inmueble se usó en varias ocasiones como albergue para las familias que fueron afectadas por las inundaciones en Coronel Martínez, por el desborde del río Tebicuarymí años atrás, pero que desde entonces está “a la deriva”.
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Iturbe
La localidad de Iturbe, tierra nuestro ilustre escritor Augusto Roa Bastos, también cuenta con su antigua exestación de trenes, que actualmente está en proceso de refacción total del edificio, gracias a una donación de G. 327 millones por parte del gobierno de China Taiwán, ejecutada a través de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). Las obras se iniciaron en diciembre del año pasado y deben concluir a mediados de mayo de este 2023.
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Hasta el año pasado, la exestación funcionaba como un centro cultural y se llegó a habilitar una biblioteca “Augusto Roa Bastos” en 2007, por iniciativa de unos vecinos que conformaron una comisión.
“Se está refaccionando todo el edificio incluyendo el techo. Es gracias a un proyecto que presentamos a la SNC y pudimos conseguir una donación de Taiwán. Habilitamos en el 2007 como biblioteca Augusto Roa Bastos con más de 6.000 libros, también funciona un museo, una escuela de música con Sonidos de a Tierra, muchos cursos cortos con Sinafocal, teatro, entre otros, y eso queremos reactivarlo”, comentó la coordinadora de la comisión procentro cultural, María Concepción Gallinar Blanco.
Fepasa, sin interés en sus estaciones
Nuestro diario conversó recientemente con el gerente de Patrimonio de Fepasa, Juan Alberto Campo, y este aseguró que las estaciones del extinto ferrocarril Carlos Antonio López se encuentran en buenas condiciones. Pero al menos en el recorrido hecho en Guairá se observa que eso está lejos de la verdad.
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Además, a solicitud de ABC, subieron la nómina de funcionarios de la empresa pública y pudimos corroborar que en solo tres de 40 estaciones figura personal de Fepasa. Vale decir, se desconoce qué funciones cumple la mayoría de los 42 funcionarios que figuran al cierre de diciembre de 2022.