En comunicación con ABC Cardinal este miércoles, desde una embarcación transportadora de combustible en la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, el capitán de cabotaje Édgar Martín Roa señaló las dificultades para la navegación por la bajante de los ríos y lamentó la “orfandad” que sufren los navegantes por parte de las autoridades.
Los ríos se encuentran en situación de navegabilidad crítica en varios puntos debido a la sequía, que resulta en un nivel inusitadamente bajo de las aguas, en especial en puntos clave como el paso “Vuelta Queso” sobre el río Paraguay, a la altura de Pilar.
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Un total de 29 embarcaciones se encuentran paradas en Vuelta Queso, en la zona de Pilar, donde el calado permitido para la navegación ha descendido a los 6 pies o 1,80 metros, lo que obliga a naves que se dirigen hacia ambos sentidos del río a esperar por condiciones mejores. La draga que se dirige a la zona recién llegaría el jueves.
Roa, cuya embarcación en estos momentos se encuentra en la zona de Paso Carayacito, en la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, comentó que en esa zona el calado del río es insuficiente para el paso de su barco por unos 30 centímetros.
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La embarcación que dirige Roa lleva unas 14.000 toneladas de combustible con destino a la zona de Ciudad del Este.
“Con respecto a los dragados quedamos siempre muy huérfanos, se hace todo a medias”, lamentó Roa, quien señaló que a las tripulaciones de embarcaciones como la suya no les queda opción más que “esperar a que la madre naturaleza nos largue agua para poder franquear”.