Artesano hizo pesebre gigante para pagar promesa

A solo unos días de recibir al niño Jesús, varias familias ya se alistan para celebrar la Navidad con el tradicional pesebre. En la ciudad de Caacupé, José Ramón Duarte, un artesano que se dedica a crear figuras de reciclados, cumple su promesa al Niño Dios. El artesano decidió crear un pesebre gigante, que luego lo llevó hasta la capilla de Alfonso Loma, de Caraguatay.

Artesano realiza pesebre gigante de materiales reciclados.
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José Ramón Duarte Fariña (53), oriundo de Caacupé-Tupãsy Ykua, es un artesano trabajador que lleva toda su vida dedicándose a crear llamativas figuras de reciclado utilizando materiales como alambre y tacuaras. Es conocido por elaborar muñecos grandes en épocas de carnaval y para otras actividades de la zona.

Desde pequeño, Duarte Fariña fue perfeccionando su talento, creando figuras de diferentes diseños y tamaños. Resaltó que gracias a su trabajo ha logrado sacar adelante a su familia y eso le llena de orgullo. Tiene en cuenta que vivir del arte en el Paraguay no es fácil, pero “con esfuerzo y dedicación todo es posible”, expresó.

El mismo realiza su trabajo completo y luego su familia le ayuda con los detalles. Mencionó que es la primera vez que realiza un pesebre gigante y hacerlo le dio una gran satisfacción, porque mucha gente admira su trabajo realizado.

Relató que tomó la iniciativa de crear el pesebre para pagar una promesa que le había hecho al Niño Salvador del mundo, porque le había curado a un familiar de una enfermedad.

El pesebre está puesto en la capilla de Alfonso Loma, Caraguatay.

Duarte manifestó que culminar el trabajo le tomó más de 3 meses y que fue un honor realizarlo, ya que apenas terminó, lo expuso frente a su domicilio donde todo el que pasaba lo admiraba y preguntaba para llevarlo. El pesebre cuenta con 17 piezas y la altura de los personajes más altos llegan al 1,80 m.

Indicó que hasta ahora recibe pedidos de la gente, pero afirma que ya no hay tiempo porque este tipo de trabajos, si son figuras grandes, llevan su proceso.

Mencionó que siempre se dedicó a realizar muñecos para los carnavales y otras actividades de Cordillera, y que nunca se había imaginado hacer un pesebre, ni que tendría tanta repercusión, pues el trabajo fue muy aceptado por la gente.

“El pesebre fue hecho para pagar una promesa, y que la gente admire y valore el trabajo, nos alegra a mí y a mi familia”, expresó.

Refirió que la gente que desee visitar el pesebre gigante puede acercarse a la Capilla de Caraguatay, Alfonso Loma, donde se puede disfrutar de una maravillosa iluminación con luces navideñas que combinan con la puesta.

Señaló que es emocionante observar cómo la gente se acerca a conocer el pesebre con sus familias y toman fotos. Indicó que es muy importante mantener las tradiciones y que las nuevas generaciones las conozcan y las sigan. “Los pesebres forman parte de nuestra tradición, dan alegría a los hogares y fortalecen la unidad en las familias”, sostuvo.

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