Llevaba los atuendos de la Virgencita, como lo hace desde tres años atrás en pago de una promesa de salud, la suya y la de una sobrina de tan solo un año y cuatro meses que se está recuperando con una quimioterapia.
“Tenía que caminar desde el kilómetro 48 con mi sobrinita, pero la doctora nos recomendó no exponerla, así que decidí hacerlo sola yo, pero desde Kurusu Pablito. Me acabo de operar de la rodilla y estoy muy bien recuperada gracias a la Virgen”, comenta.
La acompañaban su madre, primas y otros familiares para alentarla en la peregrinación.
De nuevo esta celebración de la Inmaculada Concepción se presentó con varias muestras de fe en que los niños, adolescentes y adultos se congregaron en torno a la madre de los católicos en pago de las promesas, tras dos años de no poder cumplirlas.
En pandemia la Virgen llegó a ellos
En Tupasy Ykuá también encontramos a otra adolescente vestida con los atuendos de la Virgencita en pago de su promesa por salud.
La familia de Silvia Andino y Asunción Arias llegó desde Limpio con su hija Marisol, de 12 años, y su hermanito. La joven había sufrido un problema del miocardio cuando apenas tenía 1 año y ocho meses, pero sanó por intercesión de la Virgen de los Milagros asegura la madre.
Desde entonces cumplen el ritual de traerla cada año y ahora completan cinco años consecutivos de encuentro con la Madre de Jesús, pues incluso en 2020, en plena pandemia la pudieron ver porque la Virgen Peregrina llegó hasta Limpio.
En silla de ruedas
De Mora Cue, Luque, también llegó para pagar su promesa en silla de ruedas Alfredo Bordón. Dijo que lo hacía por su salud para recuperar el hecho de poder caminar, pues hace dos años terminó exitosamente su fisioterapia y tiene mucha esperanza de volver a hacerlo.