El obispo Juan Bautista Gavilán habló en misa de Caacupé sobre el Plan Nacional de Transformación educativa (PNTE), impulsado por el Ministerio de Educación, y dijo que debemos ser “firmes hacia Jesús”. “Debemos tener la esperanza, para poder tener una conversión constante”, expresó.
Señaló que las autoridades con deben pensar en todos a la hora de considerar la transformación de la educación.
Indicó que no podemos tener esperanza en el desarrollo de unos pocos y en el empobrecimientos de muchos. “Tener esperanza no es dejar al hombre para vivir ensimismado”. Debemos mirar al hombre creado a su imagen y semejanza de Dios.
El sufrimiento del pueblo
Antes, había iniciado su homilía refiriéndose al sufrimiento del pueblo. Señaló que el corazón de Jerusalén anhela el consuelo para tanto sufrimiento. Dijo: “Griten al pueblo que se ha cumplido su condena”. “Necesitamos de nuestro pueblo. Necesitamos escuchar lo que pide nuestro pueblo“, expresó.
Así también habló de los asegurados de nuestro país y lamentó la situación actual que se vive, pues no se cuenta con los medicamentos que las personas necesitan. Muchos hacen su aporte al Instituto de Previsión Social (IPS) y al momento de enfermarse no pueden contar con los medicamentos ni con la atención correspondiente.
Mencionó que las instituciones se quedan mirando su presupuesto. “Podemos decir francamente que no podrán cumplir su objetivo. Los representantes y voceros de los diferentes departamentos han demostrado que no responden a los intereses de la población. Por otro lado tenemos a senadores que han impulsado leyes para castigar a los débiles y defender los intereses de los poderosos”, indicó.
Y añadió que tenemos senadores que no se preocupan por el bien de la población.
La gente es utilizada como instrumento y protección de escudo de los intereses políticos y sociales, expresó. Como consecuencia de eso los jóvenes “viven arrastrados en las drogas”.
Corrupción e impunidad
Gavilán indicó que la corrupción generalizada y la impunidad de los grandes “está acabando con nuestra nación”. Mencionó que los cristianos tienen la responsabilidad de enseñar la esperanza, para poder vivir con el egoísmo y la codicia. “Esperamos que el poder judicial administre la justicia”, expresó.
El obispo lamentó que los pueblos sean despojados de sus tierras ancestrales y se preguntó como podemos enseñar a vivir en la esperanza. Para sanar nuestras heridas clamamos a todos los que habitamos en esta bendita tierra guaraní un poco justicia. “Que los poderes del estado sean firmes”, pidió.
Para construir la esperanza necesitamos escucharnos, necesitamos ser generosos, desechar nuestros egoísmos expresó.
Tener esperanza en el Paraguay hoy es hablar desde el corazón, hablar con la verdad, escuchar el gemido del país. Tener esperanza es buscar a los secuestrados como: Edelio Morínigo, Óscar Denis, Félix Urbieta.
El obispo también se refirió al Ministerio de obras Públicas. Dijo que se hicieron tantos caminos, pero se olvidaron de construir una ruta, un camino sin tropiezos, sin perdidas, sin robos. “El camino de la esperanza necesitamos trazarlo en nuestro Paraguay”.
“Hemos caminado juntos en nuestra peregrinación, hoy dejamos nuestras esperanzas en especial en aquellos que vienen de los exilios laborales”, puntualizó.