Resistencia a antimicrobianos crea preocupación internacional en el sector ganadero

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza sanitaria global creciente, que debe ser abordada con urgencia en la salud humana, así como en la producción de animales, agrícola y en el medio ambiente porque pone en riesgo el tratamiento eficaz de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos, según se destacó en el foro desarrollado desde este miércoles en el Hotel Esplendor de la ciudad capital del país.

Más de 60 expertos internacionales de siete países del continente participan en el taller internacional sobre resistencia a antimicrobianos, en el hotel Splendor, de nuestra Capital, desde este miércoles.
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Este miércoles inició un taller para desarrollar asociaciones público-privadas para combatir la resistencia antimicrobiana, con participación de más de 60 expertos internacionales, organizado por la Organización Mundial de Salud Animal (ONSA), con participación del Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal (Senacsa), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la FAO y el financiamiento de la Unión Europea.

El proyecto se denomina “Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos”, con la participación de representantes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú y Colombia.

Durante las ponencias se explicó que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza sanitaria global creciente, que pone en riesgo la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios y con ello la seguridad alimentaria mundial.

Se destacó que desde el año 2010 existe un firme compromiso de la FAO, de la OMSA y de la OPS para combatir la resistencia a los antimicrobianos. El objetivo es trabajar de forma coordinada para mitigar los riesgos en la interfaz salud humana, animal y del medio ambiente.

Por eso las tres organizaciones citadas unieron fuerzas para la implementación del proyecto, con el enfoque de una salud que reconoce la multidimensionalidad y la necesidad de una respuesta intersectorial. También se menciono que el objetivo estratégico general es implementar planes de acción en los siete países referidos.

Dr, Ricardo Feltes; el titular del Senacsa, Dr. José Carlos Martin; el presidente del OMSA, Dr. Hugo Idoyaga; el presidente de la ARP, Dr. Pedro Galli; Dr. Víctor Maldonado y Hugo Schafrat, en el taller sobre resistencia a antimicrobianos.

Acciones del Senacsa para combatir

Sobre el tema, el presidente del Senacsa, Dr. José Carlos Martin, informó que en Paraguay se está reforzando la campaña de concienciación para el uso correcto de los productos antimicrobianos.

Mencionó que dese el Senacsa se insta a todos los actores de la ganadería para trabajar juntos en el combate a la resistencia antimicrobiana, usando los medicamentos de manera prudente y responsable, con supervisión de un veterinario.

Dijo que el combate a la resistencia a los antimicrobianos, requiere la participación de los técnicos del Senacsa, productores pecuarios, farmacéuticos, distribuidores de medicamentos y fabricantes de alimentos para animales, entre otros.

Indicó que el Senacsa está distribuyendo por diversos medios las recomendaciones para el uso correcto de los citados fármacos en animales y así poder frenar la resistencia a ellos.

Explicó que los antimicrobianos son medicamentos esenciales para controlar y tratar enfermedades causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos. Pero, la resistencia a los mismos por parte de los virus, bacterias, hongos y parásitos constituye una amenaza para la salud, tanto humana como animal, manifestó.

El riesgo de que se desarrolle esa resistencia aumenta cuando se utilizan los medicamentos de forma inapropiada. Por eso, cuando las bacterias están expuestas a los antibióticos en forma irracional, tienden a hacerse resistentes porque mutan para sobrevivir; además, son capaces de transmitir esa capacidad al resto de las bacterias, señaló Martin.

Recomendaciones

Entre las principales recomendaciones para combatir la resistencia a antimicrobianos están: Respetar el tiempo de carencia del producto (días que deben transcurrir entre la aplicación de plaguicidas y la cosecha); usar estrictamente la dosis indicada y en el tiempo prescripto; usar solo los productos legalmente autorizados y respetando las fechas de vencimientos; emplearlos solo cuando sean estrictamente necesarios y con la prescripción de un médico veterinario.

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