Uno de los perjudicados, Rubén Céspedes, explicó que en 1992, hace treinta años, tan pronto les fueron adjudicados los terrenos por la inmobiliaria Yampey, que hizo el loteamiento, junto con otros vecinos se organizaron e introdujeron la energía eléctrica en el lugar, según documentos de los que dispone. “Desde entonces, yo tenía totalmente alambrados y limpios mis tres terrenos, hasta que recientemente fueron arrasados por un tractor”, manifestó.
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Siguió explicando que en el 2014, mucho antes de que fuera resuelta y autorizada a Carwa la venta de las propiedades, que se produjo recién en 2017, inició el proceso de titulación de los terrenos, cuya resolución se demoró porque el expediente “desapareció” inexplicablemente del juzgado y el proceso de reconstrucción del mismo demandó mucho tiempo.
Según el afectado, cuando faltaba solo la firma del juez para concluir la titulación, se encontró que la empresa Carwa ya tituló a su nombre los tres terrenos, mediante la escribana Nélida Chávez de González Daher. De hecho, la escribana Carolina Schausman, a su vez, hacía escritura para González Daher.
El recurrente sostuvo que no va a descansar hasta conseguir lo que le corresponde, por lo que está impulsando un juicio de usucapión. Agregó que Carwa se benefició hasta de los millones de guaraníes de impuestos que pagó en estas tres décadas, así como del mantenimiento de los terrenos.