El presidente de la ARP, Dr. Pedro Galli informó que la sequía golpeó en forma repetida al sector pecuario durante varios años y que debió trasladarse animales, venderlos anticipadamente y deshacerse de vientres.
Agregó que los precios del ganado durante el 2021 e inicios del 2022 estaban ayudando, en alguna medida, afrontar la situación tras el mal año 2020, cuando bajó a US$ 2 por kilogramo el precio del novillo al gancho.
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Sin embargo tras la recuperación se produjo una nueva y fuerte reducción de precios, que coincidió con la época de confinamiento de animales para terminación, hecho que les obligó a vender animales a precios muy por debajo de los costos de producción. “Estos factores llevaron a una reducción del hato y si esta tendencia persiste va ser muy peligroso”, alertó.
Con estos precios y esta imprevisibilidad es muy difícil que tengamos inversiones importantes y eso hará que no haya retención de vientres. Es un círculo que va reduciendo aún más nuestro rebaño”, explicó el titular del gremio rural.
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El concerniente a las exportaciones de carne, informó que nuestro país está fuera de los principales compradores mundiales, principalmente los países del sudeste asiático, donde se produjo una explosión de la demanda.
De 13.876.384 ejemplares vacunos registrados por Senacsa a principios de 2021, al inicio de este año el rebaño quedó con 13.510.527 cabezas, o sea 2,6% menos.