Saber que una vaca preñada, que no es bien alimentada durante su gestación, y que tendrá un ternero liviano y que puede dar problemas no es novedad, pero cuando esto se traduce en números esto cambia y lo explica el doctor Sebastián López.
“Tenemos estudios realizados sobre la restricción nutricional de vacas durante su etapa de gestación, y como afecta eso al ternero, hasta el destete, la faena y además como afecta a las hembras futuras, y como se puede mejorar la nutrición durante la lactancia una vez que nació el ternero y como favorece eso también a lo largo de su vida”. detalló.
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Lo que se pierde, ya no se recupera
“Mucho se habla de que el ternero que no recibe una buena alimentación durante su primera etapa de desarrollo, no se recupera cuando grande. Sin embargo, hay técnicas para lograr un crecimiento compensatorio, en donde el animal puede llegar a ganar incluso más peso que un animal que viene ganando bien. Lo que pasa es que cuando hablamos de la nutrición durante la gestación, muchas veces lo que vemos, es que el número de fibras musculares que potencialmente puede tener un ternero queda fijado en ese momento, y luego, por más que tenga una muy buena nutrición no puede generar más fibras, puede incrementar su tamaño, pero limita el numero de fibras, y hablamos de carne”, explico el entrevistado.
Condicionar vida del ternero
“Recordemos que en los campos de cría, los terneros son separados de la madre (restringidos) para que ellas se recuperen rápidamente para una nueva preñez, y los terneros se adapten más rápido a los pastos, sabemos que no es lo ideal. Lo importante es entender que si no tomamos la decisión de que la madre tenga una buena gestación, ya estamos condicionando el buen desarrollo del novillo o la vaquillona”, enfatizo el técnico argentino.
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Números que hablan
“El productor tiene que ser consciente que esta dejando de ganar kilos de ternero, pues sabemos que no suplementar a la vaca en su ultimo tercio de gestación (un mes antes de parir) representa 10 kilos menos de ternero que uno desteta, y estamos hablando de alrededor de 25 a 40 kilos de novillo al momento de la faena. Esos son los números que el productor debe saber, después están los números si realmente el suplemento que uno ha suministrado luego de la preñez, le es rentable para poder compensar esos kilos que está dejando de ganar por no haber nutrido a la madre antes del parto” .
Recomendación
Finalmente nuestro entrevistado dijo: “Hacer una restricción en sistemas de cría donde los animales están en ambientes más desfavorables, y donde la época de parición coincide con una baja cantidad y calidad de forraje, condiciona la alimentación uterina del ternero (antes de nacer); entonces, lo que nosotros recomendamos es poder lograr algún tipo de suplementación para la madre gestante si está en la posibilidad del productor, o un potrero reservado para que en el periparto (1 mes antes del parto), y que la vaca siga allí luego del parto; con eso podemos asegurar un potencial en números de fibras finales, logrando en los terneros nacidos con ese sistema de cría una mayor área de ojo de bife, y que está comprobado con ecografías”.