El momento de terror que vivió la familia de Ramón Centurión (56) esta mañana, cerca de las 08:30 horas, cuando tres delincuentes fuertemente armados ingresaron a la casa que alquila en el barrio Gloria María, de Villa Elisa, obligó a abandonar la vivienda a las víctimas, porque la inseguridad es reinante y la presencia policial es nula.
Las víctimas, que fueron mantenidas de rehén por varios minutos, adelantaron que abandonarán la zona en forma inmediata, porque la inseguridad es total y la policía casi nunca realiza patrulla por la zona, según comentaron los vecinos.
“Vamos a dejar la casa, porque con lo que nos pasó hoy ya no vamos a permanecer en este barrio y es lamentable la inseguridad que estamos pasando en nuestro país. Pero por suerte que nadie de mi familia salió herida”, expresó Centurión.
Dijo que los delincuentes se equivocaron de objetivo, porque nunca manejó dinero en gran cantidad. Su principal actividad es visitador médico y lleva los fármacos al interior del país. Solo ayer regresó de la ciudad de Horqueta.
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Los delincuentes se llevaron unos G. 3 millones y medicamentos
Los delincuentes se alzaron con unos G. 18 millones. Gran parte de este valor corresponde a medicamentos y en efectivo solo unos tres millones de la moneda nacional, dinero que tenían los integrantes de la familia en el momento.
Los ladrones se presentaron como policías y dijeron que se trataba de un allanamiento. Se llevaron algunos videojuegos, joyas, la llave de la camioneta, además de las pertenencias y documentos personales de las víctimas.
“Actuaron con mucha violencia. Primero dominaron a mi madre y cuando ella gritó, salí de mi pieza y allí ya me pegan con la culata de la escopeta y me pidieron tirarme al piso, pero les dije que estaba enfermo, soy paciente oncológico, y entonces nos maniataron a todos y empezaron a remover todo y exigir dinero”, recordó Centurión.
Los delincuentes, que ingresaron por una propiedad contigua, tres ingresaron por la parte trasera y uno quedó en un funcargo de color verde oscuro, cuya chapa no le pertenecía. Estaban fuertemente armados. Uno de ellos tenía pasamontañas y otro tenía chaleco y placa de la policía nacional.
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El hecho ocurrió cuando los niños se encontraban en la escuela y solo estaban en la casa cuatro personas mayores. Todas fueron maniatadas con cintilla.
Policía llegó casi 15 minutos después de recibir la llamada de alerta
Una vecina del lugar se percató de la presencia de los delincuentes, pero en un momento pensó que se trataba de un allanamiento, porque tenían chaleco de la policía. La forma en que ingresaron a la vivienda de la familia asaltada le llamó la atención, por lo que alertó al 911. Los efectivos de la comisaría 13 llegaron unos 15 minutos después de recibir la alerta, pese a que están a tan solo unas 7 cuadras.
Además, los efectivos de la comisaría se negaron a dar el informe del procedimiento. El personal de ayudantía indicó que no podía dar información a la prensa y que vayamos a pedir en otro sitio, orden del jefe de comisaría, Alberto Quiñónez.
Consultado el jefe policial de la negativa, indicó que no podían divulgar información ya que todo era insipiente aún, pero después de insistir y reiterarle que llamaba la atención su actuación, y más cuando los delincuentes se presentaron como policías, envió el informe.
El comisario Quiñónez indicó que no tenía información alguna de que los delincuentes se presentaron como policías y que portaran chalecos y placas de la policía.