Llegar a fin de año sin realizar algún préstamo extraordinario, aunque sea pequeño, suele resultar difícil, por los acontecimientos propios de estos últimos tres meses, así como algún imprevisto que surja.
Colaciones, tesis, encuentros entre amigos, familia, excompañeros, regalos, salidas, ropa y quizás alguna escapada de fin de semana al interior son propios de esta época del año, pero están fuera del presupuesto mensual, lo que generan un gran aumento de gastos.
Todo esto produce “la necesidad” de algún préstamo extraordinario, sin mencionar siquiera algún evento inesperado de salud u otra índole.
El economista Yan González, experto en educación financiera, explica que en caso de necesitar un préstamo extraordinario a esta altura del año es necesario presupuestarlo.
“Se debe prestar sólo lo necesario, lo justo, no hacerlo a largo plazo; tampoco a un plazo tan corto porque puede generar problemas y optar por la mejor tasa de interés”, recomienda.
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Otro de los puntos del porqué cuesta más llegar a fin de año, según indica González, es la suba de combustible y de los precios de la canasta básica, que son gastos que no pueden esperar.
“Este fin de año no vamos a gastar a lo loco”
Teniendo en cuenta que los precios están por las nubes, el profesional recomienda controlar los gastos que se suele tener a fin de año y aprovechar para tomar conciencia en cuanto a gastos se refiere.
“Este fin de año no vamos a gastar a lo loco, vamos a tener que controlar lo que compramos, lo que comemos, todo”, instó.
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Existen alternativas más económicas en cuanto a menú para la cena, o bien, se puede apelar a la famosa “vaquita”, es decir que cada miembro de la familia aporte algo para la cena de Navidad o fin de año, así, de esta manera, el gasto no recae sobre una sola persona.
Con respecto al aguinaldo, recomienda apartar siempre un porcentaje para invertir y otro para ahorrar.