El objetivo es “rescatar” frutas y hortalizas que se desperdician en el campo para combatir el hambre, convirtiéndolos en platos de comida para quienes más los necesitan. En el campo, se captan aquellos productos frescos como frutas y hortalizas, sin valor comercial o que no han encontrado mercado para la venta, pero que estén aptos para el consumo. A través de alianzas con productores agrícolas, procesadores y distribuidores de todo el país, “se busca combatir el desperdicio y favorecer una mejor alimentación de las personas en situación de vulnerabilidad”, indicaron desde el Banco de Alimentos del Paraguay.
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El Banco de Alimentos del Paraguay trabaja además con empresas privadas, con excedentes de alimentos y también recibe donaciones. En otro sector, también con el Mercado de Abasto, con la recolección de los alimentos y este proyecto en el campo es un nuevo pilar, según indicaron.
“Es un nuevo proyecto al que denominamos ‘Campo sin desperdicio’, a través del cual nos encargamos de recuperar frutas y verduras en campo, junto a los productores, porque el 33% de los productos de las cosechas implican una pérdida de alimentos y sucede porque la fruta no tiene las condiciones o la calidad ideal para el comercio”, manifestó Guillermo Fanego, miembro del directorio.
El proyecto en el campo empezó en mayo pasado y hasta el momento se suman productores y asociaciones, de los departamentos de Itapúa, Central y Caaguazú. “Tenemos un camión refrigerado para retirar los productos y el objetivo es recuperar el valor social del mismo, que se convierte en un plato de comida para la gente”, señaló Fanego.
Indicó que de mayo a setiembre, ya son más de 25.000 kg de verduras y frutas los que se recuperaron.