La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por los ministros María Carolina Llanes, Luis María Benítez Riera y Manuel Dejesús Ramírez Candia, resolvió declarar inadmisible el recurso de revisión interpuesto por el abogado Emiliano Giménez Amarilla, defensor del suboficial Arnaldo Lezcano Martínez.
El recurso planteado por la defensa fue contra el Acuerdo y Sentencia Nº 54 del 7 de octubre de 2020 dictado por el Tribunal de Apelación en lo Penal Cuarta Sala de la Capital, que confirma la Sentencia Definitiva N° 424 del 15 de noviembre de 2019, que condenó a Lezcano Martínez a 15 años de cárcel por posesión de drogas, producción inmediata de documentos públicos de contenido falso y simulación de un hecho punible.
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La defensa presentó el recurso solicitando que la máxima instancia judicial revise la condena dictada en contra del uniformado; sin embargo, la Sala Penal concluyó que el escrito presentado “no se halla debidamente fundado conforme lo exige el Artículo 483 del Código Procesal Penal”.
Plantaron 315 gramos de cocaína a joven diseñadora
El viernes 15 de noviembre de 2019, el Tribunal de Sentencia, integrado por el juez Héctor Fabián Escobar como presidente y por los magistrados Sandra Farías y Wilfrido Peralta en calidad de miembros, condenó a 15 años de cárcel al entonces suboficial segundo Arnaldo Lezcano Martínez (chofer de la patrulla) y al agente de Investigaciones de Central, suboficial mayor Roberto Lezcano Martínez), hermano de Arnaldo.
También fueron condenados el entonces jefe de la comisaría 11ª, comisario principal Sergio Antonio Paredes Vera, y el que era jefe de patrulla, oficial primero Gustavo Damián Narváez Gamarra.
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Los cuatro uniformados fueron hallados culpables de “plantar” una bolsita con 315 gramos de cocaína dentro del vehículo de la joven Tanya María Villalba Falcón, durante un procedimiento efectuado el 11 de octubre de 2016 en Pedro Getto casi Mariscal López de la capital, a una cuadra del viaducto Madame Lynch.
Narco ordenó apriete policial como venganza
Básicamente, la treta consistió en “sorprender” a la víctima con una porción de cocaína para que esta fuera procesada y, eventualmente, enviada a prisión.
La coacción fue ordenada y financiada por el narco pedrojuanino Ronaldo Osvaldo Caballero Cantero, alias Careconi, quien coincidentemente moriría decapitado tres meses después al estrellar su camioneta contra un tractor varado sobre la Ruta PY05, en el municipio concepcionero de Yby Yaú.
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Careconi se molestó porque Tania, en su carácter de consejera espiritual, le sugirió a una de sus amigas que dejara al traficante, de quien era su amante.
Paradójicamente, esa misma amiga aconsejada por Tania estaba con el traficante en el vehículo siniestrado en Yby Yaú.