Los antidrogas detectaron el enorme cultivo de marihuana instalado en medio de una zona de colinas y cubierta de densa vegetación que servía como una especie escondite para las acciones de los narcos que prácticamente se instalaron en el lugar, ubicado a unos 50 kilómetros al norte del casco urbano de la capital del departamento de Amambay.
Al parecer los trabajadores del sembradío escaparon del lugar y se refugiaron en los montes aledaños cuando se percataron de la inminente llegada de la comitiva policial que fue dirigida por el fiscal de la unidad Antidrogas Celso Morales.
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Antidrogas requisaron 500 kilos de marihuana
Una vez en el lugar, los uniformados verificaron el campamento, donde los labriegos marihuaneros abandonaron todos sus enseres y hasta la olla con alimentos sobre el fuego, ya que la incursión prácticamente a la hora del desayuno, según explicaron los intervinientes.
En el precario campamento se encontraron unos 500 kilos de la droga ya cosechada y distribuidas en unas 20 bolsas de 25 kilos cada una, lista para ser procesada.
Luego, los uniformados comenzaron el corte de las plantas, que juntaron en montones para finalmente prenderle fuego. Con esta incursión los agentes policiales asestaron una perdida de unos G. 280.000.000 a los financista de la producción de marihuana en el norte del país.