El consumo de carne de pescado está en aumento sobre todo el que producido en estanques, superando en proporción a consumo de los que se extraen de los ríos, en 60% contra 40%, según indicó el viceministro Marcelo González. Sin embargo, admitió que entre los peces criados en estanques hay una gran preferencia hacia las especies nativas como el pacú y el surubí, que también se producen en piletas.
Explicó que la preferencia en carnes en el Paraguay, en primer lugar se prefiere la carne vacuna, le sigue la aviar y en tercer lugar ya está la de peces, por encima de la de cerdo.
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“El aumento de la producción piscícola está favoreciendo la sostenibilidad de la población íctica de nuestros ríos, de una producción de cerca de 100 toneladas por año hace tres décadas, en la actualidad se tienen unas 20.000 toneladas por año, gracias al trabajo de diversas instituciones y cooperaciones, como la ayuda técnica de Taiwán, las dos hidroeléctricas binacionales, la Facultad de Ciencias Veterinarias y el Viceministerio de Ganadería del MAG”, manifestó.
Agregó que el “cuello de botella” de la acuicultura era principalmente la producción de alevines en el país, que son criados en centros de alevinajes de las entidades hidroeléctricas y del Viceministerio de Ganadería, que se encuentra en Eusebio Ayala.
Sobre las variedades citó que se está trabajando con tilapia, pacú, surubí y más recientemente con el salmón del Paraná, que viene de la familia de la boga, el surubí híbrido, que es una genética que se adapta mejor al balanceado. También se tiene previsto incursionar en un proyecto piloto con camarones reproducidos en el centro de alevinaje modelo que cuenta el MAG.
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El viceministro estimó que sumando el espectro de asistencia del MAG y de las entidades hidroeléctricas se estima que existen cerca de 5.000 familias de pequeños y medianos productores que crían peces en estanques, que es un rubro muy rentable, y que se comercializa muy fácilmente porque las marcas llegan hasta las fincas y compran al borde mismo de los estanques, simplemente pesando en una balanza y pagando al contado al productor.
A nivel de supermercados, el filete de tilapia, por ejemplo, se vende entre 60.000 y G. 95.000 por kilogramo.