Para el martes 11, miércoles 12 y viernes 14 de octubre próximos fue programado el juicio oral y público al exfiscal general del Estado Francisco Javier Díaz Verón, acusado de presunto enriquecimiento ilícito; y su esposa María Selva Morínigo Vargas, sindicada por el supuesto hecho punible de lavado de dinero.
El Tribunal de Sentencia que estará a cargo del juzgamiento está presidido por la jueza Dina Marchuk e integrado por los magistrados Gloria Hermosa y Víctor Alfieri, como titulares, y Alba González como suplente.
Según la acusación presentada el 13 de agosto de 2019, el exfiscal general del Estado y su esposa no pueden justificar nada menos que G. 10.495.174.320, entre los ingresos y egresos que tuvieron entre los años 2008 y 2017.
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Esposa “blanqueó” bienes ilícitos de Díaz Verón, según la fiscalía
Los fiscales Nathalia Silva y Osmar Legal detallan en la acusación que el desfase se empieza a dar en el 2010, con relación al exfiscal general del Estado, cuando era fiscal adjunto. Ese año tuvo más gastos que dejó un déficit de G. 277.362.657. Al año siguiente, otro déficit de G. 195.585.539.
En el mes de noviembre de 2011, Díaz Verón fue nombrado fiscal general del Estado y siguió arrastrando déficit año tras año. En 2017 culminó con egresos –que no puede justificar– por G. 615.756.078.
Sin embargo, la mayoría de los bienes fueron ocultados a través de su esposa, María Selva Morínigo, que fue funcionaria pública del Fondo Ganadero desde el 2008, año que concluyó con un superávit de G. 128.471753, siempre según la acusación del Ministerio Público.
En el año 2010, la mujer empezó a acrecentar el dinero con inversiones, con la creación de la sociedad Lagunitas SA con acciones de G. 4.474.300.000, inversión realizada para la compra de ganado y la construcción de obras en un inmueble de la citada firma.
Las “inversiones” siguieron y en 2013, María Selva tuvo un déficit de G. 5.417.194.422. La mujer aumentó a G. 260.000.000 el capital de la firma Yerutí SRL (de 2014 a 2017) y en la empresa Salty River SA, María Selva Morínigo intervino y participó como representante de la firma Canto Rodado SA. De esa forma, destinó inversiones de G. 598.227.088.
Entre 2014 y 2017, la esposa del exfiscal general inyectó capital a Canto Rodado por G. 2.331.888.851. En esa firma, aparecen sus hijos Yerutí y Alejandro Díaz Morínigo, quienes no poseen ingresos que justifiquen sus aportes.
Otra forma de ocultar bienes de la pareja fueron las regulaciones de honorarios profesionales de María Selva por un supuesto valor de G. 777.812.539 y con solo 29 facturas.
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Comiso especial de los bienes de Díaz Verón y su esposa
Los fiscales Nathalia Silva y Osmar Legal solicitan el comiso especial de los bienes de Javier Díaz Verón y María Selva Morínigo. Piden así el comiso de animales vacunos adquiridos por Díaz Verón por G. 125.875.002 y G. 115.206.850; además de rodados, Hyundai Santa Fe (2009) por el que pagó G. 134.765.848, una Toyota Hilux (2014), cuyo costo fue G. 197.363.500 y un Honda HR-V (2016) valuado en G. 164.730.000.
El Ministerio Público solicitó también el comiso de tres préstamos concedidos sin poder justificar por G. 44.425.536, G. 44.100.000 y G. 19.200.000 con intereses, y un inmueble en Amambay. Además, se piden los activos de las empresas de María Selva, CDAs depositadas en un banco por G. 110 millones y un auto valuado en G. 130 millones.