Denuncian muerte de bebé por supuesta negligencia en la Cruz Roja

Padres que esperaban a una beba y al momento del parto llegaron en busca de atención a la Cruz Roja Paraguaya, denunciaron que el corazón de su hija dejó de latir mientras los médicos insistían en el parto normal, y afirman que demoraron en practicar una cesárea, aunque estaba indicada, pues la madre tenía una infección urinaria. El director de la Cruz Roja no atendió a nuestros llamados o mensajes, pese a nuestra insistencia.

El domingo 14 de agosto a primera hora de la mañana, Gustavo Cano y su esposa Mirna Espínola llegaron a la Cruz Roja Paraguaya en busca de atención médica materno infantil.
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El domingo 14 de agosto a primera hora de la mañana, Gustavo Cano y su esposa Mirna Espínola, embarazada y ya con dilatación para parto, llegaron a la Cruz Roja Paraguaya en busca de atención médica materno infantil. Si bien no tenían pensado recurrir a este centro hospitalario, pues su primera opción para el parto era el Hospital Regional de Lambaré, tuvieron varios imprevistos, y no les estaban dando prioridad en la atención en aquel nosocomio público. Por eso, decidieron usar unos ahorros que tenían para el bebé, y destinarlos a pagar los servicios de la Cruz Roja, que a diferencia de un hospital estatal, factura un monto por cada ítem de atención.

Hasta allí llegaron y Mirna fue recibida en urgencias, donde le confirmaron la información que ya traían de Lambaré: la madre estaba con dilatación considerable y debía ingresar para parto.

El problema fue que desde un primer momento, los médicos de la Cruz Roja insistieron y se mantuvieron en que la madre tenía que tener un parto normal, porque estaba en proceso de dilatación de 2 centímetros.

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Confiaron en criterio de profesionales

Si bien el esposo y la mamá de Mirna sabían que a ella se le había indicado cesárea, por la infección urinaria que tenía, cuando preguntaron y los profesionales insistieron en el parto normal, prefirieron ya no opinar, pues se suponía que los doctores sabían lo que hacían.

Así, aproximadamente a las 09:00 del domingo, Mirna fue ingresada a la Cruz Roja con mucho dolor producto del trabajo de parto, y al padre le pidieron la ropita del bebé.

A partir de ese momento, hay un espacio en blanco en el que Gustavo ya no vio a Mirna (pues aíslan a la madre de la familia al momento de la internación) y no sabe qué pasó. Solo sabe que poco después de las 13:00, salieron a decirle que su hija murió.

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Cuando hicieron cesárea ya fue tarde

La explicación más coherente que logró conseguir fue que el corazón de la bebé dejó de latir, y que al final hicieron la cesárea pero ya no pudieron salvar al bebé. El padre sostiene que al llegar le hicieron el monitoreo fetal y los latidos del feto eran normales, y denuncia que los profesionales ya no monitorearon los latidos entre las 09:00 y las 13.00.

“Además me dijeron que el bebé defecó en la bolsa y que se ahogó y que no se le hizo antes la cesárea porque estaban esperando que el antibiótico haga efecto en la infección urinaria”, relató el padre.

Doctores sabían de la infección urinaria

La familia menciona que lo curioso es que ellos ya tenían los antecedentes documentados de que la madre tenía esa infección, por tanto le habían dicho que era preferible una cesárea, pero aún así insistieron con el parto vaginal. Otro punto llamativo es que para curar infecciones como la de las vías urinarias, se realizan tratamientos con antibióticos que duran como mínimo tres días, y en ese momento de parto inminente, ya no había tiempo para combatir ningún tipo de infección.

“Tenemos todos los documentos de monitoreo fetal, perfil biofísico, y todos los estudios que se hacen en la última etapa del embarazo y la bebé estaba bien”, aseguró el padre, quien se cuestiona qué pasó durante esas horas en que no le informaron nada.

“Ahí recién apuraron la cesárea”

“Solo porque se dieron cuenta que el corazón no estaba latiendo más bien, ahí recién apuraron la cesárea. Yo confié en estos profesionales por eso estaba tranquilo, si yo sabía no iba a dejar que pase mucho tiempo, por algo traje mi dinero y quise pagar, porque acá nada es gratis y no te van a atender si no tenés la plata”, lamentó Gustavo Cano.

Comentó que los médicos que le dieron respuesta “están asustados y no saben cómo explicarme”. En tanto, el decidió no retirarse del lugar con su esposa, hasta obtener una respuesta. Ahora, está escribiendo un acta donde constan los hechos, que enviarán al director, pues hasta el momento no se acercó a darles alguna explicación el director de la Cruz Roja.

Comentó que no tienen intención de hacer una denuncia penal, sino que quieren que salga a luz qué pasó realmente con su bebé. Además, quieren que la gente sepa cómo se manejan las instituciones y que a otros padres no les pase lo mismo.

Médicos que atendieron

Entre los nombres de doctores que Gustavo Cano pudo anotar, nos indicó que la doctora Mónica Quiñónez es la que atendió y operó a Mirna Espínola. En tanto, la doctora que la recepcionó en la urgencia se llama Carmen Cristaldo.

“Esta doctora Quiñónez era responsable de decidir hacer la cirugía mucho antes, quien más puede ser, si ella es la que salió a dar la cara. Ella es la que tiene que responder por qué esperó tanto para operar a mi señora”, apuntó Cano.

Gastos hospitalarios son altos

El padre pide algún tipo de consideración del hospital de la Cruz Roja porque los gastos que debe ahora son altos, en medio de toda la tragedia que pasó.

Desde la redacción del diario ABC Color realizamos gestiones para dar con el director del la Cruz Roja, Mario Villalba, sin embargo hasta el momento no ha respondido a nuestros llamados ni mensajes de texto.

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