Volver al país con el sueño cumplido

Después de más de 2 años, la abogada Alejandra Bogado Tervit (31) regresó de Australia, donde usufructuó una beca de masterado. Feliz de volver a su tierra, compartió su experiencia académica y de vida cotidiana. “Volví con una visión más crítica de la realidad y conocimientos de vanguardia”, asegura.

Alejandra Bogado Tervit
audima

Alejandra Bogado Tervit estudió Derecho en la Universidad Católica de Asunción y Didáctica Universitaria en la UNA. Ella obtuvo la beca autogestionada BECAL y eligió la Melbourne Graduate School of Education, “por ser líder en la enseñanza e investigación que cambia el mundo y genera espacios de aprendizaje contemporáneos”.

Además el clima de Melbourne, el costo y la calidad de vida, las actividades extracurriculares sonaban perfectas para decidirse por esa ciudad. “Elegí el máster en Educación con especialización en Liderazgo y Gestión por mi experiencia como docente; empecé a enseñar desde los 20 años, mientras cursaba Derecho. Con los años me volqué más a la enseñanza porque me sentía más realizada y satisfecha en las aulas que en los juzgados”. Ale Bogado Tervit tiene, además de la paraguaya, nacionalidad británica.

Alejandra, ya en su casa en Asunción, lista para aplicar en el campo docente todo lo aprendido.

Estudiar en Australia, la meta

“No conocía Australia. Tomé el vuelo Santiago de Chile-Melbourne. La llegada fue muy tranquila, compatriotas que ya estaba allá me ayudaron con muchos consejos sobre los pasos para instalarme y la forma de estudiar. Son estudiantes que formaron la Asociación de Estudiantes Paraguayos de la Universidad de Melbourne, con la finalidad de ayudar a la comunidad paraguaya y latinoamericana, tanto a nivel de estudio como para crear lazos con profesores universitarios y comunidad australiana e internacional”, cuenta Alejandra.

La Universidad de Melbourne fue fundada en 1853, mantiene su parte antigua pero también se ha ido adecuando a las necesidades de los alumnos. “El campus se ha expandido mucho más allá de sus límites, con muchos edificios. Ahí encontrás cafeterías, gimnasios, bibliotecas, tiendas especializadas, un pequeño supermercado y un mercado agrícola de temporada. Alrededor del campus se encuentran los hospitales más importantes de la ciudad e institutos científicos que trabajan con la universidad en investigaciones de vanguardia”.

Sociable, para nuestra compatriota la integración con los compañeros de distintos países fue muy espontánea.

-¿Cómo fue tu proceso de integración al mundo en inglés?

- Me integré fácilmente porque la universidad ofrece 2 semanas de orientación en donde uno conoce todos los servicios, clubs asociaciones que tiene el centro de estudiantes y la universidad. Inclusive hay cursos de introducción a los modismos del inglés australiano. Con todas estas conexiones dentro de la universidad uno va haciendo amigos y encontrando grupos con los mismos intereses. Yo me anoté en todos los clubs en los que estaba interesada e hice mucho voluntariado.

-¿Qué caracteriza principalmente a Melbourne?

- Lo primero que me llamó la atención fue la multiculturalidad de Melbourne. Llegar ahí es como llegar, de una vez, a todos los países del mundo. Podés encontrar gastronomía internacional, eventos culturales en todos los idiomas, personas de todas las nacionalidades. Definitivamente Melbourne es una ciudad que acoge cálidamente a gente de todo tipo, sin discriminación.

-Justo te tomó la pandemia

- Melbourne fue la ciudad que más encerrada estuvo durante la pandemia, no fue fácil, pero también tuvimos pequeños meses de libertad y pude experimentar la ciudad y Australia.

-¿Qué es lo que más te costó a nivel de estudio?

- La adaptación al modo virtual de la carrera. De tener clases presenciales pasamos al campus virtual, esto es clases, servicios, eventos, todo de manera online. Las clases fueron adaptadas al contexto virtual, pero la demanda siempre fue alta. Tantas horas de pantalla para asistir a clases sumado a las horas de pantalla haciendo investigación, generaba mucha fatiga mental y dolores de cabeza; combinado con la falta de socialización. Todos estábamos enfrentando un nuevo estilo de vida; el primer semestre en pandemia fue muy agotador y desgastante. Los universitarios y profesores de pandemia son personas muy resilientes.

Disfrutando Australia, posando junto a un cartel que simboliza al canguro, el animal más típico de ese país.

-¿Cómo de preparada te sentiste siendo estudiante made in Paraguay?

- Para ser aceptada en la universidad tuve que rendir el examen internacional de inglés IELTS, que certifica el nivel del idioma del candidato. Yo tuve un nivel alto. Sin embargo, esto no significa que los estándares académicos de Australia no me hayan desafiado. Casi todas las materias requerían ensayos de hasta aproximadamente seis mil palabras en los que se espera un notable nivel de pensamiento crítico y analítico. Básicamente cada semestre teníamos que escribir aproximadamente 30.000 palabras. Ser estudiante internacional en Australia fue una dedicación de tiempo completo, de hasta 12 horas de estudio diario en tiempo de fechas límites.

-¿Hay consideraciones especiales con los alumnos extranjeros?

- Se maneja un estándar general de excelencia para todos los estudiantes por igual, de igual manera hay un abanico de servicios de todo tipo que la universidad ofrece a sus alumnos y no hay diferencias en consideraciones. Quizás algo relevante seria que uno de estos servicios dirigido a estudiantes extranjeros es un pequeño curso de nivelación de inglés y consejos de cómo escribir con vocabulario formal y académico.

-Además del título académico, ¿en qué te enriqueció este viaje?

- Volví con una visión más analítica de la realidad y los temas a tratar. Exponerte a varias realidades y al intercambio de ideas con personas de diferente formación, te abre mucho la mente, te hace tener pensamiento crítico. También vengo esperanzada, mi caso es solo 1 de los 2.500 becarios que se expusieron a esta experiencia, por lo tanto, trabajando en conjunto con la red y asociaciones y desde donde nos toque trabajar, se van a plantar semillas de cambio. Esperemos se vean los resultados en un futuro cercano.

Por un Paraguay multicultural

Alejandra, antes de irse, trabajaba en el Anglo y en la Cámara Paraguaya de Exportadores. En Melbourne también trabajó, aunque pocas horas a la semana, ya que estas facilidades existen para estudiantes. Sin embargo, la prioridad para ella siempre fue la excelencia académica y las actividades extracurriculares como voluntariado. “Estas experiencias hicieron que no solo venga con conocimientos de máster sino también con experiencia laboral en contexto internacional y multicultural, y con nuevas habilidades que son transferibles a mi futuro laboral aquí en Paraguay. Me gustaría estar implicada en proyectos de gestión educativa, para mejorar el acceso a la educación y a las oportunidades en el país. También seguir enseñando, ya que es mi pasión”

-¿Sentís que nuestro país les brinda reconocimiento a los profesionales capacitados en el exterior?

- Siento que sí, que son reconocidos por su capacitación. Al mismo tiempo considero que ese reconocimiento podría ser expandido mucho más en áreas del sector privado. Es un tema todavía que necesitamos hacer camino, pero, sin duda, la experiencia laboral previa al máster potencia las posibilidades de las personas al momento de retornar al país.

-¿Volviste para quedarte?

- Sí, el contrato que se firma con BECAL expresa un compromiso de permanencia en el país por 5 años. Mi maestría me aportó conocimientos vanguardistas sobre la gestión actual de la educación, en que los alumnos deben aprender habilidades necesarias para ser exitosos en el siglo 21. Esto cambia la perspectiva del rol del profesor en el aula, la forma en cómo se realizan los trabajos, la forma cómo se estudia y hasta cómo se procede con exámenes. Desde el lugar donde me toque trabajar, voy a tener estas ideas en pos del mejoramiento de la experiencia del estudiante, apuntando a una sociedad más inclusiva y preparada.

Consejo para otros soñadores

Para otros estudiantes que sueñan con estudiar en el extranjero, Alejandra recomienda: “Siempre hay que esforzarse por lo que uno quiere. Analizar la situación personal, establecerse metas, y a partir de eso, realizar los pasos conducentes a la meta. Hoy en día hay muchas becas de grado que ofrecen las universidades e Itaipú, por ejemplo, hay becas de idiomas y de posgrado. Es un proceso y requiere mucha investigación, paciencia, organización. Oportunidades para los que quieran estudiar hay. Para los que quieren viajar y estudiar en inglés, hay que rendir el examen internacional del idioma”

Con la mascota de la Universidad de Melbourne

Sus padres, la inspiración

“Mis padres fueron mi principal inspiración. Mi papá (paraguayo) influyó totalmente en mi meta de estudiar en el extranjero, ya que él lo hizo en los años 80, en la Universidad de Glasgow, Escocia. Ahí conoció a mi madre (escocesa) y vinieron a Paraguay. Mi mamá me legó la apertura al mundo, el ejemplo de coraje de mudarse a otro país, la influencia con el idioma. Lo que logré es todo gracias a ellos, por las palabras de aliento que me dan día a día, por su ejemplo de honestidad, voluntad, la valentía de enfrentar al mundo para lograr las metas personales.

- ¿Qué frase sencilla resume todo esto que has vivido?

- Mi frase es start small (comienza de a poco). Me digo esto cada vez que me pongo nuevos desafíos o sueños y se ven muy grandes o imposibles. Comenzando un paso a la vez o un día a la vez se logran grandes cosas.

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