Para el sacerdote Bernardo Ríos, ser cura párroco de una iglesia es una gran responsabilidad, es llevar sobre los hombros el mensaje evangelizador de la iglesia, es acompañar a la feligresía de la comunidad pastoral en lo espiritual, dijo el sacerdote de la congregación Diocesano en Pilar.
El párroco Bernardo Ríos significó que es importante acompañar a la feligresía y a la comunidad en el crecimiento pastoral, espiritual, en la fe y en la caridad.
“Eso es fundamental, somos consciente de la realidad, que el párroco en la dimensión pastoral y administrativa trabaja en la caridad la solidaridad la cooperación, nuestra opción por los pobres, esa es nuestra misión”, refirió.
Explicó que el trabajo del párroco es de velar y acompañar a las familias en la orientación para que puedan tener una mirada, una visión de la vida. “Nuestra misión es más integral no solamente en la parte corporal, en la parte afectiva si no es mucho más amplio en los sentimientos, en lo afectivo o cultural, las personas son seres inalienables, es imagen y semejanza de Dios”, sostuvo.
El sacerdote comentó que en estos tiempos difíciles, el compromiso del párroco es muchos más, por que a toda costa buscan confundir a la sociedad con la ideología de género.
“Nuestro compromiso es mucho mayor, debemos estar cerca de las familias enseñarle la fé, el principio doctrinario, tenemos que respetar a cada persona a la comunidad a la familia. Es muy importante en este momento el acompañamiento a los niños y a los jóvenes es un desafío muy grande que tenemos con cada familia dentro de la sociedad”, mencionó.
El sacerdote agregó: “tenemos que dar la orientación correcta de la vida en relación a los géneros de las personas y para eso es importante profundizar la fe a Dios y por tanto los principios doctrinales, el principio ético y antropológicos, que tenemos como fundamento. Es importante la relación de las personas entre sí, pero no podemos descartar todos los principio éticos, filosóficos y antropológicos que hemos aprendido y que son ciencias que tienen solidez”.
Hay más pobres en Paraguay, dice
Con relación la realidad socioeconómica, señaló que en Ñeembucú, se siente bastante la crisis económica. “Desde la pandemia se siente la crisis económica y social y más ahora todavía ahora se siente muy fuerte”, subrayó.
El párroco Diocesano Bernardo Ríos expresó que desde la parroquia San José Artesano están trabajando en el comedor comunitario de la iglesia para brindar ayuda a las familias más vulnerables. “Cada día hay más gentes pobre, las situación golpea a muchas familias, el aumento de combustibles, de las canastas básicas y la falta de fuente de trabajo , muchos están dejando de trabajar, el desempleo va aumentando y entonces comienza nuevamente una migración y las familias dejan sus casas, sus hijos sus parientes en busca de un bienestar mejor, no hay proyección para los jóvenes, los jóvenes no trabajan y por eso se deprime ellos necesitan dinamismo e inclusión laboral”, refirió el sacerdote.