Mucha gente participó hoy del acto central de recordación a las víctimas del incendio del Ycuá Bolaños. Tuvo lugar en el Sitio de Memoria y Centro Cultural 1-A, a donde llegaban las familias con cuadros en mano, además de flores y un dolor profundo.
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La mayoría de los familiares demostró haber desarrollado una gran fortaleza, puesto que recorrían con una sonrisa cada espacio del nuevo memorial, construido en el mismo punto en donde habían perdido a sus seres queridos. Iban relatando a niños y jóvenes lo que recordaban de aquel día. “Acá estaba el auto...”, decía una mujer a su familia. Otros explicaban que allí, en la Planta Baja del memorial, era el estacionamiento y que el fuego había calcinado a quienes estaban en el lugar.
Mientras iban llegando los asistentes, las víctimas y familiares prendieron velas en el suelo, junto al nuevo estanque. También colocaron objetos de los fallecidos en placas de barro, como zapatitos, juguetes y rosarios, placas que luego serán puestas a la vista de todos. Las flores de todo tipo tampoco faltaron.
Cuando el acto oficial se inició, con discurso de autoridades, manifestantes empezaron a gritar y reclamar desde afuera un supuesto manejo indebido de la administración del memorial y haber sufrido exclusión por parte de las autoridades. Con música y sirenas, los citados familiares que protestaban se situaron al lado de uno de los portones, que estaba cerrado.
Jorge Alfonso, quien perdió a su hijo Guillermo Alfonso, se encadenó por el portón. “Fuera extraños, se debe recordar a los familiares no a extraños, sinvergüenzas oportunistas”, gritó y aseguró que quienes manejan el memorial ahora son parte de la “ideología de género”.
El artista Ricardo Flecha ofreció sus canciones al público y apaciguó la pelea lejana de vítores que se daba entre los que estaban afuera y los de adentro. Durante la emotivas músicas, más de uno rompió la fortaleza demostrada anteriormente y aparecieron las lágrimas.
Finalmente, la presencia emblemática de los bomberos, fue agradecida y aplaudida por los presentes. Bomberos de varias compañías asistieron para rendir honor a la fecha y a los fallecidos.
Las sirenas de los camiones y las ambulancias sonaron para marcar el final del acto, en el que se prometió por parte de autoridades de la Secretaría Nacional de Cultura que las puertas nunca más serán cerradas.
400 muertos
El fatídico 1 de agosto del 2004 hubo más de 400 víctimas y desaparecidos durante al incendio del extinto supermercado Ycua Bolaños, ubicado sobre la avenida Artigas y Santísima Trinidad de Asunción. Se trata de la mayor tragedia en tiempos de paz en la república de Paraguay.