La madre de dos de las víctimas de abuso sexual infantil y abuela de otra pequeña, en el caso que salió a luz años después de ocurrido, dijo en contacto con ABC Color que está desesperada ahora que supo que un Tribunal de Apelación revocó la prisión preventiva decretada contra Vidal Morel Aranda. El victimario fue condenado a 8 años y 8 meses de cárcel por abusar de cuatro menores, pero hoy se encuentra en libertad.
La acongojada madre contó que el condenado, quien vive frente mismo al domicilio familiar, se muestra a propósito saliendo al exterior de su vivienda, como burlándose de las víctimas.
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Víctimas afectadas con presencia de condenado en el barrio
Relató que las afectadas, que en la actualidad ya son mayores de edad, se sienten aterrorizadas e incluso lloran al verlo.
La madre solicita a la Justicia una urgente intervención. “Pido que él sea condenado como corresponde, porque los ocho años que le dieron eran pocos. La Fiscalía había pedido 22 años”, manifestó la mujer.
Vidal Morel recuperó su libertad por disposición del Tribunal de Apelación, 3ª sala, que revocó la prisión preventiva decretada contra el mismo a fines de junio pasado.
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Los juegos del abuso
La acusación presentada por el fiscal Giovanni Grisetti revela que el ahora condenado por abuso sexual en niños, Vidal Morel Aranda, se aprovechó de la confianza que le tenían las familias de las víctimas y entre los años 2009 y 2013 manoseó en sus partes íntimas a cuatro niñas con edades entre 5 y 9 años. Incluso, habría violado a una de ellas.
La fiscala Fátima Girala solicitó una condena de 22 años de pena privativa de libertad para el acusado, pero el Tribunal de Sentencia presidido por Jesús Riera e integrado por Fabián Weinsensee y Juan Pablo Mendoza concluyó que la pena acorde a la legislación vigente en la época en que ocurrieron los hechos denunciados era de 8 años y 8 meses.
Los testimonios de las víctimas permitieron identificar tres “juegos” utilizados por Morel Aranda para violentar a las pequeñas: “La oscuridad”, “El cinto” y “Red”. En otras ocasiones, siempre de acuerdo al relato de las víctimas, las niñas eran invitadas a ver películas. Entonces, aprovechaba para acostarlas en su cama junto a él, luego de apagar las luces.