Ayer en horas de la tarde, la fiscala Gladys González confirmaba que una adolescente cuya muerte se vinculaba al uso de un vapeador o “pod” finalmente había fallecido a consecuencia de un disparo en la zona del pecho. Ante esto, la ciudadanía comenzó a generar distintos cuestionamientos hacia los procedimientos médicos en el caso, ya que se sostenía que el deceso estaba vinculado a una supuesta explosión del cigarrillo electrónico.
Al respecto, el médico forense Pablo Lemir habló en ABC Cardinal, donde fue consultado si existe alguna probabilidad de confundir o no detectar una herida de bala en un cuerpo, a lo que respondió que existe una probabilidad de “confusión” cuando se presenta una herida que pudo ser generada con un arma punzante, como una chaira para afilar cuchillos o un destornillador tipo cruz.
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Continuando con su explicación, Lemir precisó que el calibre de la bala (22 mm) encontrada en el cuerpo de la joven corresponde a uno menor que otros más “tradicionales”, por lo que también la herida que deja podría ser más pequeña en comparación con otros disparos.
“Una explosión crea otro tipo de lesiones”, precisó ante la primera hipótesis que se tenía sobre el caso.
Coincidentemente, la forense María Tottil, quien estuvo a cargo de la necropsia de la menor, también coincidió en que la herida pudo ser muy pequeña, atendiendo al calibre.
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“Toda muerte violenta y sospechosa debe ir a autopsia”
Asimismo, el forense señaló que en todo país “medianamente civilizado”, todos los fallecimientos violentos y sospechosos deben ser sometidos a una autopsia, mientras que en Paraguay existe la probabilidad de no realizar tal procedimiento, considerando la misma legislación del Código Procesal Penal.
“Acá hay solamente una morgue judicial”, detalló.
Por otra parte, el profesional hizo referencia al acta de defunción de la adolescente, explicando que en este documento se debe ir certificando e incluso describiendo cómo se produjo el deceso, especificando si fue por causas naturales o una muerte violenta y, al respecto, precisó que si un médico de guardia no puede llegar a una conclusión sobre la causa, debe comunicar a la Fiscalía que se trataría de una muerte sospechosa.
“En el caso del relato, se debe comprobar si hay verosimilitud con lo declarado y lo que presenta el cuerpo”, especificó.
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