Niño aspiró botón de control remoto y bloqueó uno de sus pulmones

Un niño de dos años aspiró uno de los botones de un control remoto y fue atendido en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram). Médicos dieron recomendaciones para asistir a los menores ante situaciones similares.

Ineram: nene aspiró el botón de un control remoto.
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Ayer, desde Villarrica llegó al Ineram un nene de dos años que aspiró un botón del control remoto del televisor de su casa. El doctor Carlos Morínigo, coordinador del hospital, habló sobre el tema y sobre cómo asistir antes estos incidentes domésticos.

Según relató, el niño se encontraba en su casa y estaba viendo la televisión, y de repente empezó a toser. Alertada por la situación, la madre lo llevó de urgencias hasta el hospital distrital.

Los médicos que asistieron al pequeño le realizaron radiografías en las que no apareció rastros del objeto aunque la mamá se dio cuenta de que al control remoto le faltaba uno de los botones y avisó esto al personal de salud.

Tras esto el niño fue derivado al Ineram donde se constató que había aspirado el botón. “La moraleja es que la madre siempre tiene razón en lo que dice y hay que hacerle caso siempre a la madre”, dijo al respecto Morínigo.

El botón obstruyó el pulmón izquierdo

Detalló, que a causa de la aspiración del botón el niño tuvo una obstrucción parcial del pulmón izquierdo, lo que le ocasionó tos intensa y chillido de pecho. “Estuvo con un cuadro bronquial agudo”, contó.

Conforme comentó, por los síntomas que presentaba decidieron explorar el árbol respiratorio y ahí encontraron en el bronco izquierdo, atascado el botón de goma. “Esto lo que hace es obstruir el bronquio y que hayan neumonías por debajo de esa obstrucción, que se acumule catarro y una serie de inconvenientes que limita la calidad de vida”, expresó.

¿Qué hacer si un niño aspira o traga un objeto?

El doctor Tomás Mateo Balmelli, médico pediatra e infectólogo, dio una serie de recomendaciones a los padres y cuidadores de cómo actuar en el caso de que los niños aspiren o traguen objetos.

El médico recordó que hasta los tres años es normal que todos los menores quieran “llevarse” todo a la boca, por lo que es fundamental que siempre estén baja lo supervisión de un adulto. “En una distracción puede ocurrir un accidente”, apuntó.

Indicó que los pequeños no deben quedarse solos y mucho menos teniendo al alcance objetos que puedan introducir en la boca o nariz.

En casos de que el menor haya introducido o aspirado el objeto, los padres no deben estimular al niño, es decir, asustarlo o causar que lloré. “El niño se asusta, hace una aspiración profunda y enviar ese objeto a las vías respiratorias y producirle un ahogamiento”, resaltó.

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Igualmente, indicó que nunca se debe introducir el dedo para intentar sacar el objeto porque esto lo puede enviar más al fondo. “Lo peor que podés hacer es intentar que el niño expulse el objeto”, enfatizó.

También dijo que si los adultos tienen sospechas de que el niño introdujo o tragó algún objeto, tienen una tos persistente o dificultades para respirar, deben acudir al hospital más cercano, para que un profesional lo asista.

Por su parte, el doctor Morínigo hizo énfasis en que si se trata de un atragantamiento y se puede ver cuál es el objeto que obstruye la garganta, se pueden hacer maniobras para que sea expulsado. Si no se ve el objeto, no se debe intentar sacarlo.

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Padres deben hacer cursos de primeros auxilios

En otro punto, el pediatra manifestó que como normalmente se dan “incidentes caseros” cuando hay niños en la casa, es esencial que los padres o encargados hagan cursos de primeros auxilios para asistir en caso de necesidad.

“Es importante que los padres sepan cómo actuar en este tipo de accidentes en el hogar, que ocurren frecuentemente y que nunca está demás tomar cursos de primeros auxilios”, subrayó.

Saber qué hacer cuando un niño introduce un cuerpo extraño en la boca, o se producen quemaduras, electrocuciones, traumatismos o caídas en las piscinas, son algunas situaciones en las que los padres necesitan nociones básicas de primeros auxilios para asistir a los pequeños.

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