Una de la líneas de investigación por la muerte del exdirector de la cárcel de Tacumbú, Óscar Daniel González Olmedo, tal vez incluso la principal, está orientada contra el paraguayo Jaime Andrés Franco Mendoza, de 39 años, cuya celda en la Agrupación Especializada fue allanada el domingo de tarde por la fiscala Pamela Pérez y policías de los departamentos de Crimen Organizado y Homicidios.
Jaime Franco se presentó ante la justicia el 14 de octubre de 2013 y desde entonces cumple una condena de 18 años por la incautación de una carga de 359 kilos de cocaína, efectuada por la Senad el 2 de agosto de 2012 en Minga Guazú.
Supuestamente, Jaime mandó amenazar al ahora fallecido Óscar González ya que cuando este último era director de la cárcel de Tacumbú el primero perdió US$ 12.000, G. 176.571.000, 500 euros y 10 rand sudafricanos.
Fue el 22 de octubre de 2020 en una intervención de la Policía y la Fiscalía en el pabellón que controlaba el capo narco.
De hecho, tras ese operativo, Jaime fue trasladado a la Agrupación Especializada, donde al ser interrogado el domingo último supuestamente reconoció haberse molestado con Óscar González aquella vez pero aseguró que nada tiene que ver con el atentado.
Incluso, dijo que ahora por lo menos recibe un mejor trato en el cuartel policial, a diferencia de cuando estaba recluido en Tacumbú.
Dueño del laboratorio en cárcel de Tacumbú
El otro sospechoso es Gilmar Ribeiro, de 51 años, alias Indio, quien justamente ahora está de nuevo encerrado en Tacumbú.
El brasileño había sido detenido por la Senad el 24 de noviembre de 2013 en Yby Yaú y está condenado a 12 años, aunque después de eso tiene que ser extraditado a su país.
Indio también se habría molestado con Óscar González tras aquel operativo del año 2020 ya que supuestamente era el dueño y financista del laboratorio de procesamiento de drogas que fue desmantelado en Tacumbú.
La tercera hipótesis apunta a una rosca de funcionarios de Tacumbú que fueron sumariados por el mismo allanamiento del 2020 en el que Jaime Franco perdió su plata y Gilmar Ribeiro su laboratorio de drogas.
De hecho, el ahora fallecido Óscar González últimamente andaba presionando para que ya concluyera el dilatado sumario, ya que quería limpiar su imagen ahora que fue nombrado en la Corte Suprema de Justicia, pero a la vez estaba apurando las inminentes sanciones para los demás funcionarios que aparentemente eran cómplices de los reclusos.
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Óscar González fue asesinado de cinco balazos el domingo a las 12:04 en la casa de su padre, quien tiene el mismo nombre y que también fue funcionario de Tacumbú y director de granja penitenciaria Ko’ẽ Pyahu.