La recomendación fue brindada por el profesional del suelo, Ken Moriya, durante un seminario sobre “Conservación y recuperación de suelo degradado”, organizado por el docente de la materia de Edafología, Ing. Agr. Charles Benítez, y alumnos del segundo curso de la carrera de Ingeniería Agropecuaria, de la Universidad Nacional de Villarrica del Espíritu Santo, Facultad de Ciencias, sede Carapeguá. El evento se desarrolló en la escuela República de Nicaragua.
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Durante la disertación del que participaron estudiantes de diferentes carreras, Moriya explicó que el suelo sufre degradación por mal manejo de las fincas productivas, quema en la finca y uso de rastrones. A esto se suman los cambios climáticos, intensas precipitaciones, baja infiltración del agua en el suelo y arrastre de aminoácidos, carbonos y de otros nutrientes.
Agregó que dicha situación obliga a los productores a aplicar alta tecnología para aumentar la producción que se gana en rendimiento, pero en contrapartida degrada el suelo que cada vez pierde más fertilidad. Sugiere realizar un análisis físico químico del suelo para implementar el tratamiento adecuado, mediante el cultivo de abonos verdes de cobertura, fertilización orgánica y química adecuada y rotación de cultivos.
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La erosión, principal problema
Recordó que los dos factores que más atentan contra la agricultura sostenible son la erosión hídrica y la disminución del contenido de la materia orgánica del suelo. El sobrepastoreo y el monocultivo también reducen la porosidad del suelo y la capacidad del suelo de retener la humedad.
El disertante explicó, además, que la erosión afecta la fertilidad del suelo por la remoción de los nutrientes, acidificándolo y al final resulta en suelos pobres y degradados.
Señaló que los rendimientos están en función directa a la fertilidad –física, química y biológica– de los suelos cuya duración en el tiempo de sostenibilidad dependerá de los cuidados y manejos que se practican durante el proceso de producción.
En ese sentido, aconsejó que seleccionar a nivel de campo alternativas y prácticas de manejo del suelo en la producción agrícola es fundamental para una producción sustentable. El uso racional de insumos combinado con un aprovechamiento inteligente de los recursos naturales de la finca facilitará una mayor productividad y mejorará la rentabilidad de la producción agropecuaria.
Sugirió que hay que brindar más materia orgánica, que es la que promueve la vida en el suelo favoreciendo el equilibrio y mayor aprovechamiento de los nutrientes, ya que los microorganismos beneficiosos se reproducen abundantemente.
La siembra directa es otro de los procedimientos de cultivo que mejora el suelo, sin la remoción del suelo, en donde la semilla es colocada en surcos con un ancho y profundidad suficientes para una adecuada cobertura y correcto contacto de las semillas con la tierra.
Los abonos verdes o plantas de cobertura son plantas que se cultivan para promover la cobertura del suelo y mejorar las propiedades.
Asimismo, recomendó que para mejorar los efectos positivos de las plantas de cobertura en el suelo y los cultivos de renta se recurre a la mezcla de especies, como ser combinaciones de leguminosas, gramíneas y crucíferas.
Finalmente, dijo que el productor también es un investigador, que puede implementar diferentes combinaciones de abonos verdes y luego compartir su experiencia con los demás agricultores, lo que le permitirá incrementar el contenido de la materia orgánica del suelo, reducir al mínimo la erosión del suelo, mejorar la biodiversidad del suelo, prevenir y reducir al mínimo la compactación del suelo, mitigar la salinización, alcalinización y la acidificación del suelo.