Influenza y neumonía bacteriana: cómo hacer frente a estos males respiratorios

Los cuadros respiratorios por influenza y neumonía bacteriana están en alza, así como la necesidad de internación por la severidad de los síntomas. En esta nota, sepa cómo hacer frente a estos males.

Los cambios bruscos de temperatura, la falta de ventilación de los ambientes y el olvido de la mascarilla acelera los contagios. Los cuadros respiratorios están en alza llegando a necesitar internación por la severidad de los síntomas.
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Desde hace un mes los médicos observan un aumento paulatino de consultas ambulatorias e internaciones por cuadros respiratorios, informaron desde el Ministerio de Salud.

El Dr. José Fusillo, neumólogo del Instituto de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) señaló que los niños son el mayor grupo poblacional afectado.

Se añaden los adultos mayores quienes también llegan a internarse en los hospitales por cuadros respiratorios, principalmente por influenza y neumonía bacteriana.

Los asmáticos también son afectados por el descenso de la temperatura, puesto que tienen bronquios mucho más sensibles.

“Uno de los factores que desencadena las crisis en los asmáticos son las temperaturas bajas, por lo que deben estar con su medicación adecuada para afrontar la ola de frío”, aseveró Fusillo.

El médico expone una serie de medidas para hacer frente a las enfermedades respiratorias:

  • Uso de mascarilla al presentar síntomas y, en lugares cerrados y aglomerados.
  • Vacunación: es fundamental vacunarse contra la influenza y COVID-19. También contra el neumococo, germen que produce neumonía.
  • Ventilar los ambientes, abrir puertas y ventanas en los horarios de menor frío.
  • Lavarse las manos con frecuencia y cuidar la hidratación.
  • Evitar la exposición al frío y a personas con síntomas respiratorios. Este cuidado se debe tener principalmente con los adultos mayores, quienes por lo general cuentan con enfermedades de base, por lo que son más propensos a padecer cuadros severos.

Cambios de temperatura

Las variaciones bruscas de temperatura, sobre todo al pasar de un ambiente cálido a un ambiente frío, pueden afectar el organismo, generando rápidamente una alteración inflamatoria en las mucosas. Por esta razón es importante abrigarse correctamente antes de salir de casa.

Mantener la hidratación, aún en días fríos. La vía aérea (nariz y boca) es la principal defensa ante la aparición de virus. Es aconsejable tomar de dos a tres litros de agua por día.

El Dr. Fusillo resaltó que la hidratación suele ser un problema en invierno, ya que “como no hace tanto calor, la gente toma menos agua; eso se ve con mayor frecuencia en el grupo de adultos mayores”, razón por la cual es una de las franjas poblacionales mayormente afectadas por cuadros respiratorios.

El agua mantiene la funcionalidad de las vías aéreas y es el mejor expectorante al presentar un cuadro gripal, por lo que insiste en la hidratación diaria.

Calefacción de habitaciones

En temporadas de mucho frío se indican los dispositivos incandescentes, que irradian calor como las estufas o el acondicionador de aire que debe estar a una temperatura ideal, entre 25° y 26°.

Los alérgicos y asmáticos presentan cuadros obstructivos bronquiales cuando la calefacción está muy elevada. En ambientes con calefacción, los humidificadores son recomendables.

Se desaconseja el uso de braseros en el interior del domicilio y calefactores que generan viento, ya que secan mucho el ambiente y terminan secando las vías aéreas superiores.

Así también, se recuerda seguir con las recomendaciones no farmacológicas de protección y prevención para prevenir el COVID-19 y otras afecciones respiratorias:

  • Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, con la flexura del brazo, nunca con la mano; esto evitará que los gérmenes expulsados puedan afectar a otras personas y llegar a objetos.
  • Desinfección superficies de “alto nivel de contacto”, como barandas, picaportes, escritorios, teclados, mouse de computadoras, juguetes, entre otros.
  • Si manifiesta fiebre o algún signo o síntoma respiratorio (chorreo de nariz, tos, dolor de garganta) no acuda al lugar de trabajo o estudio hasta la resolución del cuadro, para impedir la dispersión de la enfermedad. Realice reposo domiciliario, previa consulta médica.

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