Realizan colecta para el sostenimiento del espacio educativo en el Bañado Sur

El espacio educativo que tiene el apoyo de las familias del barrio Caacupemi, del Bañado Sur, necesita de algunas donaciones para poder reabrir nuevamente y ofrecer a los niños y niñas apoyo escolar, ayudarles a realizar sus tareas y ejercitarse en la lectura. A pedido de las madres principalmente, la Articulación de Ollas Populares Solidarias nuevamente se preparan para sostener el espacio escolar.

En esta foto de archivo se muestra a las niñas y niños cuando realizaban tareas educativas que hoy buscan nuevamente fortalecer ese espacio y seguir apoyando a los chicos en sus tareas escolar y otras enseñanzas.gentileza
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Las familias desde la Articulación de Ollas Populares Solidarias están solicitando la ayuda de la ciudadanía para seguir apostando a la educación de las niñas y niños del Barrio Caacupemi del Bañado Sur. Las personas solidarias pueden colaborar para las meriendas saludables con: leche, chocolate en polvo, galletitas, pan, rosquitas, azúcar, y frutas.

Gracias al apoyo de las familias y los jóvenes voluntarios los niños siguen de alguna manera teniendo contacto y acceder a otros conocimientos de acuerdo a las posibilidades.

También pueden hacer otros tipos de donaciones como muebles, materiales didácticos o útiles escolares.

“En abril del 2020, se inicio un espacio educativo en apoyo a las familias que llevaban adelante las ollas populares de Caacupemi, Bañado Sur, ante la pandemia por el covid-19. El objetivo inicial fue brindar apoyo para la realización de las tareas escolares, pero las necesidades reales eran otras. Surgió entonces el desafío de estructurar una propuesta educativa que pueda aportar a que los niños y niñas no solo desarrollen la lecto escritura, sino también las relaciones basadas en la afectividad, la solidaridad y los valores democráticos. Que se valoren a si mismos y se reconozcan como sujetos de derecho”, comenta Cira Novara coordinadora del espacio.

Está propuesta de trabajo comunitario quedó marcado y ahora después de la pandemia ese espacio es reclamado por las madres de los chicos que necesitan ayuda para que los niños sigan teniendo apoyo con sus tareas escolares. “La educación popular fue la herramienta válida, ya que partiendo de las realidades de los niños y niñas, se fueron desarrollando actividades diferenciadas atendiendo las necesidades y capacidades específicas de cada uno, pero sin dejar de trabajar las relaciones colectivas hasta hoy día”, dice Cira Novara.

Kimberly Samaniego pobladora de la zona afirma que cada año elaboran una propuesta educativa y los materiales de acuerdo a las necesidades de los niños.

“En este proceso de más de dos años hemos tenido la colaboración de cooperativas y diversas personas para contar con los mobiliarios y materiales educativos y con la participación de estudiantes y docentes de diversas carreras como ser de trabajo social, psicología, arquitectura y ecología humana”.

El espacio educativo, cuenta de acuerdos a sus tiempos libres, con apoyo de jóvenes voluntarios que acompañan los procesos de aprendizaje y desarrollo integral de los niños y niñas y a la vez se forman como educadoras populares.

Este año lanzaron, según informan, un nuevo desafío, contar con nuevos equipamientos y materiales que posibiliten seguir mejorando el trabajo y brindar así una mejor educación y contar con un espacio más acogedor.

Los jóvenes interesados en formar parte del espacio pueden comunicarse al 0981 950-722.

Y para acercar donaciones de muebles, materiales didácticos o útiles escolares, comunicarse al 0983 198-748, con Kimberly Samaniego.

Afiche de la campaña de colecta.

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