Pese a la aprobación de la Ley 5.777 “De protección integral a las mujeres, contra toda forma de violencia”, que considera a la violencia obstétrica como una forma de violencia contra la mujer, los casos solo llegan a estrados judiciales cuando hay fallecimiento de la madre o el bebé y se convierten en negligencia, afirman Mariluz Martín, coordinadora del Movimiento por el Derecho a la Salud “María Rivarola”, y Victoria Peralta, obstetra integrante del movimiento.
“Existen muchos casos de violencia obstétrica en el país, y están invisibilizados, las mujeres no saben dónde acudir”, afirman las profesionales.
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Como algunas de las formas de violencia obstétrica, explicaron que “a pesar de existir una resolución del Ministerio de Salud que lo permite, seguimos viendo que las mujeres tienen que dar a luz solas, no dejan entrar a ningún familiar durante el trabajo de parto. Son horas que están sufriendo el dolor físico esperable, pero también con sufrimiento emocional, porque se enfrentan solas a un proceso que debe ser acompañado”.
“Cuando se quejan del dolor se las manda a callar, incluso se las insulta o se las amenaza con no ser atendidas si no se portan bien”, añadieron Martín y Peralta.
Malos tratos y falta de calidad en servicios de salud
Además, explicaron que “tenemos tasas superiores al 50% de cesáreas, cuando se estima que sólo deberían ser el 10%, que son partos que vienen con complicaciones. Las mujeres no pueden decidir sobre sus cuerpos porque no están bien informadas, no están bien tratadas”.
“Las mujeres, sobre todo las campesinas e indígenas, sufren tratos degradantes y humillantes. Hay mucho maltrato verbal y no les explican los procedimientos que van a realizarles, ni porqué se van a realizar”, agregaron.
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Algunas mujeres campesinas son violentadas por la falta de calidad en los servicios de salud, indicaron las integrantes del Movimiento por el Derecho a la Salud. “Se las hace esperar para parir porque no llegaron los profesionales médicos, o porque están atendiendo a otras personas. A veces eso complica los partos y lo que debería ser un parto natural, se convierte en un parto con riesgos”, advirtieron.
Otra situación que se da es que continúan realizándose procedimientos ilegales, afirman. Citan como ejemplo la acción de Kristeller, “que supone que una persona se suba en la panza de la mujer para hacer fuerza para que salga el feto, y además de hacerle daño a la madre, en muchas ocasiones le hace daño al hijo”.
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“Las mujeres tenemos que exigir un buen servicio porque nos corresponde por derecho y esto debe ser la guía de la atención en cualquier hospital”, aseveraron. Contaron que los tipos de violencia son iguales en las zonas metropolitanas y en el interior del país, pero varían las condiciones en que se dan.
“Hay mujeres indígenas profundamente violentadas durante sus partos. No se respeta su cultura, se las trata mal, no se les da información. Cuando quieren denunciar les ponen miles de trabas, las mandan a Asunción, sabiendo que no tienen condiciones materiales para viajar, y finalmente se las deja en total desprotección frente a la violencia”, explicaron.
No se conocen sanciones
Mariluz Martín y Victoria Peralta afirmaron que es necesario un mecanismo sencillo que posibilite denunciar violencia obstétrica ante el Ministerio de Salud, presentando los casos en cualquier servicio de salud y en cualquier parte del país. “Las mujeres tienen que conocer este servicio, y para esto se necesita el compromiso del Ministerio, de dar a conocer por todos los medios de comunicación su existencia y la forma en que puede utilizarse”, señalaron.
Con todo, detallaron que “no se conocen sanciones por este tipo de violencias. Sólo cuando llega al estrato judicial, vía denuncia penal por negligencia, se toman medidas a nivel institucional”.
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En estas condiciones, las entrevistadas contaron que muy pocas veces se denuncian estas situaciones de violencia. “Sólo en algunos casos, donde existe muerte materna o muerte del bebé, las familias deciden denunciar por negligencia. Lastimosamente, esto queda en el ámbito privado del sistema judicial y se suele caratular como negligencia médica sin reconocerlo como un caso de violencia obstétrica, y no quedan antecedentes sobre este tipo de violencia en el país”, dijeron.
Contra este y otro tipo de violencia, se organiza una movilización frente al Ministerio de Salud. Será este viernes, a las 08:00, atendiendo que este sábado 28 de mayo es el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer.