Desde la comunidad indígena de Chupapou, líderes aché denuncian que la invasión de unas 2000 hectáreas por parte campesinos desde el 2018 ya les tiene cansados debido a la inacción de la justicia, lo que llevó al Concejo de Ancianos de la comunidad a ordenar el desalojo de los invasores empleando sus armas tradicionales: arcos y flechas.
“Lastimosamente puede haber derramamiento de sangre, por la corrupción de la justicia”, señaló Marciano Chevugi, líder de la comunidad Chupapou.
“Se terminó la paciencia de nuestro pueblo, desde el inicio de la ocupación ilegal de nuestras tierras ancestrales ya han deforestado casi las 2000 hectáreas ocupadas”, dijo.
Los invasores son presuntos campesinos que son alentados por políticos de la zona, quienes son cómplices del ataque que reciben una de las etnias más organizadas del país.
La comunidad viene luchando contra las ocupaciones desde el 2007, según los antecedentes. Con cada invasión, justifican que existe un excedente, pero las diferentes instituciones del Estado han corroborado la inexistencia de dichos excedentes. Además, han logrado que la justicia anule algunos títulos falsos que aparecieron.
En varias ocasiones, la Comisión de Pueblos Indígenas del Senado ha solicitado al INDI celeridad sobre el caso de Chupapou. Al respecto, representantes de la comunidad ya han solicitado la intermediación de la Comisión para encontrar las herramientas a fin de luchar contra esta invasión de manera pacífica y con documentos que avalen que las tierras pertenecen a los pobladores indígenas, según ha manifestado el senador Miguel Fulgencio Rodríguez.
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Sobre la deforestación denunciada por Chevugi, desde el INFONA ya han corroborado la veracidad. Se llevaron a cabo fiscalizaciones y se confirmó la “destrucción de la masa boscosa” por parte de los invasores desde el 2018.
“Nuestra lucha es constante, ya no podemos permitir que se siga con esto, les damos 7 días a los encargados de la justicia a que lleven adelante el desalojo, o nosotros mismos con la ayuda de los jóvenes y las mujeres de la comunidad y munidos de arcos y flechas expulsaremos a los invasores”, manifestó de forma tajante Marciano Chevugi.
La comunidad Chupapou se encuentra en el distrito de Villa Ygatimí. Es una comunidad autosustentable y con una organización modelo en Canindeyú. Ante la poca ayuda estatal y la burocracia de las instituciones, la comunidad reparó totalmente las aulas en donde asisten los niños y adolescentes aportando 60 millones de sus ingresos comunitarios. Cuentan además con un subsidio para los jóvenes que culminan el segundo y tercer ciclo. Además, distribuyen en forma directa la suma de G. 400.000 a cada familia de la comunidad.
Según había explicado Marciano Chevugi, la comunidad cuenta con un fondo comunitario proveniente de una chacra comunitaria de 256 hectáreas, donde se produce soja en sociedad con un productor de la zona.
La comunidad Aché Chupapou tiene más de 800 habitantes, entre ellos unos 300 menores de edad. Tiene en total más de 8.000 hectáreas administradas y explotadas apropiadamente y gracias a su sistema de organización comunitaria, los nativos del lugar viven en buenas condiciones. Son pacíficos, no realizan manifestaciones ni cierres de rutas, por lo que se merecen respeto de las autoridades.
La comunidad fue creada en el año 1993 en compensación por la persecución y genocidio sufrido durante la dictadura de Alfredo Stroessner, quedando reducido en un determinado momento a apenas 300 habitantes.