La trabajadora de Cerro Real señala que no fue fácil y que empezó con solo una ollita desde muy joven dedicándose a la elaboración de los primeros dulces que hasta hoy en día sigue cocinando con leña. Mencionó que produce 200 kilos de dulces por día y los más solicitados son los tradicionales como dulce de mamón, de guayaba y de leche. Asegura que esta muy feliz con su trabajo porque logró lo que deseaba, emprender con algo propio sin depender de nadie.
“Nunca descansé, y hasta hoy en día sigo trabajando para no depender de nadie”, indicó Cabrera.
La trabajadora afirmó que cuando se animó a vender se las tenia que ingeniar para ubicar sus productos, para hacerse conocer viajaba al mercado de Asunción a ofrecer sus dulces y allí empezó a conocer más gente y a hacerse de clientes. “Empecé desde abajo con solo una ollita, y hoy en día veo el fruto de mi sacrificio”, comentó.
Explicó que antes tenia que recorrer bastante para tener ganancias, su recorrido lo hacia en el mercado, en comercios y casas ubicadas cerca del centro. Cuando ya se empezó a conocer su trabajo pudo emprender y hoy en día ya puede vender desde su local propio que se encuentra ubicado en el km 57 en Caacupé.
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Doña Marta manifestó que hubo un momento en el que pensó en rendirse pero siempre encontraba fuerzas para salir adelante por su familia. Aseguró que hoy puede ver todo el fruto de su esfuerzo después de años de vender y buscar los clientes en otras ciudades. Gracias a eso ya cuenta con su propio local y además puede brindar trabajo a otras personas.
Así también, recalca la importancia de dar oportunidades laborales a quienes lo necesiten y señaló que por eso brinda espacios de trabajo a las madres solteras.
La trabajadora insta a los jóvenes a que superen sus miedos y que se animen si tienen algún sueño que deseen cumplir. “Todo requiere un esfuerzo y perseverancia con lo que a uno le apasiona, no hay más secreto que eso”, añadió la trabajadora.