Elías Manuel Benítez Delgado (24), con varios antecedentes penales y medidas alternativa a la prisión, y su cómplice Claudio Arnaldo Arguello Pizzani (21), también con antecedentes y beneficiado con medidas, formaban parte de una banda que asestó una seguidilla de asaltos a establecimiento comerciales, principalmente estaciones de servicio en ciudades del departamento Central, según los investigadores.
Precisamente, la escopeta calibre 12 que ambos portaban le robaron al guardia de seguridad Francisco Caballero García (63), durante un golpe a un surtidor registrado en la madrugada del 17 de abril último, en el barrio San Rafael del Luque, precisaron las fuentes.
Testigos de aquel hecho relataron que los maleantes llegaron a bordo de un auto y antes de estacionar uno de ellos redujo a tiros al guardia y lo despojó de la escopeta, luego se apoderaron de unos G. 400.000 que el playero Guido Sebastián González Gayoso (25) tenía en su poder y escaparon del sitio.
La versión de uno de los detenidos
Argüello Pizzani, tras ser capturado el sábado último en Lambaré dijo a los uniformados que en la mañana del viernes último, él y Benítez Delgado estaban bajo los efectos de las drogas y tratando de conseguir más dosis llegaron hasta el albañil Juan Rafael Acosta González (38), quien trabajaba en una obra, en el barrio San Miguel de San Lorenzo.
El trabajador, quien también tenía antecedentes por tenencia de drogas, les dijo que no tenía crack y entonces le pidieron dinero, pero ante una nueva negativa, los criminales tomaron a la víctima y le descargaron dos tiros de escopeta a quemarropa en el estómago, que horas después le causaron la muerte.
Tras esto los criminales corrieron unos mil metros hasta el barrio Molino de Luque, donde quedaron sobre la calle Soldado Desconocido y Santa Catalina en espera del un servicio de Bolt que pidieron para escapar de la zona. En ese momento fueron vistos por el suboficial inspector Bernardo Daniel Balmori Palma de la comisaría 52ª Central de Ñu Guasu.
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Cuando el agente se acercó a ellos para verificarlos nuevamente Benítez Delgado le descargó un escopetazo a quemarropa en la boca del estómago. Argüello Pizzani aseguró que dispararon contra el uniformado, porque por el efecto de la droga ellos pensaron que el policía les iba a disparar, cuando este en realidad solo extendió la mano para hablarles.
De allí escaparon a bordo del Bolt y se refugiaron en la zona de Itá Enramada, donde fueron detenidos el sábado último tras un tiroteo en el que Benítez Delgado fue alcanzado por dos disparos, por lo que se encuentra hospitalizado con resguardo policial, informaron.