Los datos del mercado del petróleo indican que los precios de referencia del crudo Brent y del WTI estaban en cerca de 68 dólares el barril antes de la pandemia, mientras que este 2022 llegaron a picos de 127 y 138 dólares.
Ante el fenómeno global de la disparada de precios del crudo y los combustibles derivados, la Agencia Internacional de la Energía emitió una guía de recomendaciones. Algunas de ellas se pueden aplicar en Paraguay y otras, por falta de infraestructura local, son simplemente imposibles. El economista Alfredo Pereira, de MF Economía/Inversiones, comentó cuáles son estos 10 pasos en el programa Factor Clave de ABC TV.
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Ahorrar combustible reduciendo velocidad
La primera recomendación es reducir la velocidad de los vehículos en las autopistas. Con esto se ahorra el hidrocarburo y es una decisión que depende exclusivamente del usuario.
La segunda tiene que ver con una decisión que compete a los propietarios de las empresas, es decir, la voluntad de la patronal. Y es que al menos dos a tres veces por semana, los trabajadores puedan hacer teletrabajo desde sus casas.
La tercera propuesta está “en la cancha” de las autoridades gubernamentales. Tiene que ver con el impulso del uso de las bicis, una opción saludable y a la vez económica. En tal sentido, la idea es que los domingos determinadas autopistas estén cerradas para los autos, motos y afines, y se permitan solamente las bicicletas.
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El punto cuarto es mantener el precio del boleto del transporte público. En el caso de Paraguay, esto es algo que se viene haciendo aunque solo en el Área Metropolitana, a costa de mayores subsidios para los empresarios del rubro. En enero pasado, por ejemplo, la tarifa técnica se ubicó en G. 3.896 y G. 5.314 para los pasajes en buses convencional y diferencial, respectivamente, mientras que los precios del boleto para el usuario final se mantuvieron en G. 2.300 y G. 3.400. La diferencia es la subvención que el Estado abona a los transportistas.
Menos combustible si se alterna uso de vehículos por chapa
Alternar uso de automóviles según número de chapa es la quinta propuesta. Por ejemplo, que circulen los de terminación par determinados días de la semana y los de impar, en otros días.
Compartir viajes, el punto seis, es una sencilla manera de distribuirse los gastos del combustible entre dos o más personas. En tanto que el uso eficiente del transporte de carga es el punto siete.
La propuesta número ocho claramente no se puede aplicar en Paraguay, ya que indica: “Preferir viajes en trenes que aviones” al recorrer largas distancias.
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Teleconferencias y teletrabajo
El punto nueve hace referencia a un tema similar al punto dos y es “aprovechar las teleconferencias”, ya que hoy la tecnología nos permite estar en contacto con cualquier parte del mundo sin necesidad de movernos de nuestro país.
Finalmente, la propuesta diez representa un desafío y una oportunidad para un país como Paraguay, que es potencia en producción de electricidad, aunque no de consumo: “Incentivos para la adquisición e infraestructura de la electromovilidad”.
Guerra aún no acabaría, ni los precios altos
El economista Alfredo Pereira también explicó el contexto internacional y las consecuencias de la Guerra de Rusia contra Ucrania, que se sumaron a los coletazos de la pandemia del coronavirus.
Comentó que los analistas han percibido un cambio de estrategia bélica por parte de Rusia, cuyas tropas dejaron de rodear la capital de Ucrania, Kiev, y se instalaron en la zona Este, muy cerca de sus fronteras; esto implica poder asegurar este territorio y toda la zona del Mar Negro, indicó. Así, todo indica que este enfrentamiento bélico no va a parar en poco tiempo, agregó, lo que seguirá traduciéndose en precios altos de combustibles.
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Es que Rusia produce cerca de 10,5 millones de barriles diarios de petróleo, en promedio, y consume cerca de 3,8 millones de barriles diarios. Es decir, exporta una gran cantidad y esa cifra que ahora no se está exportando como consecuencia de las sanciones de la comunidad internacional sobre dicho país hace que haya menor oferta del producto y así, los precios seguirían altos.
“Hay mucha incertidumbre y eso hace que todo el mercado siga siendo volátil y probablemente continúe así en la medida en que siga escalando el conflicto bélico”, puntualizó Pereira.
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