Un grupo de vecinos de los barrios Cerro Corá, Fátima y San Cayetano propiciaron una organización con el objetivo de luchar contra este flagelo. De hecho, casi todos los integrantes fueron víctimas de algún hecho de robo o hurto domiciliario por parte de los consumidores.
Según Mariza Caje, una de las referentes de la organización, para el próximo viernes se está llamando una gran manifestación frente al local de la fiscalía de Curuguaty, para exigir que las autoridades competentes hagan algo ante esta crítica situación en que viven.
La mujer dijo que la mayoría de los adictos son menores de edad y hurtan desde focos, sillas y mesas, hasta pertenencias de mayor valor de la vecindad. También ingresan al camposanto, local de donde llevan floreros, varillas de hierro, chapas y todo lo que les pueda servir para cambiar por los moñitos de crack.
Los vecinos sindicaron a la lugareña Vilma Ruiz Díaz como la que supuestamente vende la droga en su local del barrio La Merced, pero la acusada se defendió diciendo que ya en dos oportunidades se allanó su casa y no se encontró sustancia alguna.
El cuestionamiento es que existen muy pocos operativos para repeler el flagelo, mientras la ciudad está asediada por vendedores. La fiscala Antinarcóticos es Elvia Chávez, y el jefe del Departamento Antinarcóticos, el comisario Alexander Méndez, fue consultado sobre el tema, pero no respondió a los mensajes en su celular.
La adicción causa igualmente enfrentamiento entre vecinos. Recientemente un padre de familia cuyo hijo presuntamente dejó su celular en empeño en una “boca de fumo” atropelló a la presunta vendedora, situación que casi terminó en tragedia.