“Queremos que el Paseo Quinta sea de la gente, para la gente y sea siempre una fiesta”, es la frase que había dicho el entonces intendente de Asunción, Mario Ferreiro, en el 2018, cuando se inauguraba el paseo de la Avenida Quinta, en medio de cables sin conectar, pastos a medio plantar y fuentes sin agua.
Sin embargo, su “deseo” nunca se cumplió, ya que el sitio se convirtió en un paseo peligroso y ahora ya con varios inconvenientes de estructura. Los vecinos y usuarios del paseo deben soportar registros cloacales colapsados que arrojan agua sucia en medio del sitio.
Asimismo, los sanitarios están en horrendo estado, lo que agrava aún más el fétido olor que inunda el espacio público. Los usuarios que van a caminar al paseo tienen que aguantar estos “aromas”. Peor aún los que eligen ir a comer al “paseo gastronómico” que toma toda la vía. El cuidado del paseo es responsabilidad de la Municipalidad de Asunción, actualmente a cargo del intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR).
La obras tuvieron un sinfín de críticas incluso antes de ejecutarse, pero también al inaugurarse mostraron muchas deficiencias. Esto fue aún más grave, porque ya había pasado un año y medio del inicio de los trabajos, pero estos seguían sin terminarse. Se hizo la inauguración, pero todos los detalles de terminación faltaban, como la energía eléctrica o las conexiones de agua.
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La obra fue presupuestada en G. 2.384 millones; sin embargo, se aumentó el presupuesto debido al rediseño que se realizó tras las duras críticas de arquitectos y la ciudadanía. Se agregaron G. 404.522.600. La empresa adjudicada fue Magomec SRL, cuyo representante legal es Pablo Martínez González.
La obra es ilegal
La obra de la Avenida Quinta viola la Ley Orgánica Municipal, que en su artículo 134 dicta que los paseos y avenidas son un bien de dominio público y que deben ser destinados al “uso y goce de todos los habitantes”. Estos “no podrán ser objeto de concesión para uso de particulares”. Pese a esta disposición, el ex intendente Mario Ferreiro inauguró el paseo, que cuenta con 16 locales, construidos con ladrillos y cemento, para lomiteros y vendedores de comida rápida.
La administración de Mario Ferreiro, además de no respetar la Ley Orgánica Municipal, también hizo caso omiso a la ordenanza municipal 26/92, que regula la venta en la vía pública y que dicta específicamente como área restringida para el comercio a los paseos, avenidas y parques.
En su momento, miembros del grupo “Amigos de la Avenida Quinta” se opusieron a las obras, así como la ciudadanía en general y reconocidos arquitectos y urbanistas. Se presentaron 5.000 firmas en contra y se llevaron a cabo varias manifestaciones. Todo esto fue desoído por Mario Ferreiro y los concejales.