El “Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco” es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en contra del tráfico internacional e ilegal de cigarrillos.
El documento data del 12 de noviembre de 2012 cuando fue firmado en Seul, República de Corea y el presidente Mario Abdo Benítez remitió el pedido de aprobación al Congreso en diciembre de 2018 a pedido de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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“Uno de cada diez cigarrillos que se consumen en el mundo provienen del comercio ilícito, afectando principalmente a jóvenes y grupos de personas de escasos recursos, reduciendo los ingresos gubernamentales y aumentando los gastos sanitarios por los problemas de salud causados por el consumo”, alertó la Dra. Lida Sosa, Viceministra de Rectoría y Vigilancia de la Salud de la Cartera Estatal.
En noviembre del año pasado, el gerente de Tabesa y brazo derecho del expresidente Horacio Cartes, José Ortiz, pidió por nota al Senado rechazar el protocolo internacional.
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Alegó en su carta al Senado que aplicar las clausulas de control y trazabilidad internacional del tabaco ilegal de alguna manera “castiga” a las empresas “legales” en nuestro país y fomenta la fabricación y distribución ilícita de este producto.
En la sesión ordinaria el pasado 7 de abril, la senadora Desirée Masi (PDP) consideró que ya es tiempo que el Senado se pronuncie sobre este tema, dado que el año pasado se postergó en dos oportunidades.
Señaló que todos saben de que se trata y que quien se dedica a la producción de cigarrillos lo puede hacer legalmente, pero quien se dedica al contrabando y al lavado de dinero deberá modificar su conducta o atenerse a las consecuencias.
En las últimas semanas, la Justicia brasileña viene reportando millonarios golpes contra megacargas de cigarrillos de contrabando de las marcas producidas por Tabesa.
La senadora Masi negó que el protocolo hable de nuevos impuestos. Dijo que solo afectará a los que actúen en forma ilegal.
La moción para tratar el tema fue aprobada por 35 senadores con la llamativa ausencia de cartistas.