La liturgia resalta el protagonismo de la madre, que vio nacer y crecer al hijo; y sufrió, como toda mamá, en los momentos difíciles que soportó en la vida diaria.
Años atrás, así como los días previos a la Semana Santa enmarcados en la Cuaresma, era un tiempo de silencio, oración, ayuno y rezo del vía crucis. Ya no se programaban espectáculos públicos y ese ambiente de tranquilidad invitaba a ir los templos para la oración.
La tradición dice que fueron siete los momentos difíciles junto a su Hijo. Contemplar los sufrimientos de María es valorar el sentimiento de una madre hacia el hijo, que en el caso de ella ya experimentó desde el momento en que estaba por dar a luz al mesías.
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Los siete dolores
He aquí los siete dolores que soportó María:
1. No encontró María albergue en Belén donde dar a luz a su hijo, que nació rodeado de animales.
2. “Una espada traspasará tu alma”. Simeón le anunció los dolores que sufriría.
3. La huida a Egipto cuando Herodes quiso matar al niño.
4. El niño perdido y hallado en el templo.
5. El encuentro de María con su hijo, camino del calvario.
6. La crucifixión. María presenció la muerte de su hijo.
7. La sepultura de Jesús y la soledad de María. Es la separación definitiva de los restos del ser amado.
Años atrás, al igual de los otros viernes del tiempo de Cuaresma, era un día de ayuno y abstinencia. Era el anticipo de la Semana Santa, había mucho silencio y la costumbre era ir a los templos y rezar el vía crucis. Este acontecimiento era respetado en las familias, donde los mayores se encargaban del orden para que la moderación y el silencio imperasen en el ambiente.