La superficie ya a punto de cosecha, representaba al menos unas 6 toneladas de la droga. Los alrededores del lugar fueron registrados, pero no se halló campamento alguno, con lo que los intervinientes coinciden que la producción obtenida en el sitio era trasladada a los centros de procesamiento ocultos en la espesura de los bosques más distantes.
Una vez finalizadas las grandes operaciones de erradicación de cultivos, se conforman equipos que buscan evitar principalmente la reactivación de nuevas parcelas a través de las distintas oficinas regionales del interior de país, según dio a conocer la institución encargada de la lucha contra el flagelo.
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