El equipo interventor fue conformado por la Secretaría Nacional Antidrogas, la Fuerza de Tarea Conjunta, la Policía Federal del Brasil y el Ministerio Público, que utilizaron helicópteros de la Fuerza Aérea y la Policía Federal para detectar cultivos y campamentos de cultivadores.
Una vez detectados los sitios de interés, el contingente ingresaba a destruir las plantaciones y las herramientas utilizadas para el procesamiento.
Además de los centros de procesamiento que fueron desmantelados, los intervinientes erradicaron 246 hectáreas de cultivos de marihuana y 10.283 kilogramos de la droga preparada para su distribución.
El operativo “Nueva Alianza XXX” apuntó a la base del financiamiento de grupos criminales de Brasil y Paraguay. El perjuicio causado a esas organizaciones asciende a 22,4 millones de dólares.