Transitar por la avenida Pratt Gill, que une Ñemby con San Lorenzo, es toda una odisea y los conductores deben de realizar malabarismos para sortear los enormes cráteres que se formaron tras el diluvio registrado esta semana en el Departamento Central.
En tres partes, antes de llegar a la frontera con San Lorenzo, se encuentran enormes pozos y que a medida de los pasos de los camiones se van agrandando y representa un gran peligro para los conductores porque no cuenta con señalizaciones adecuadas.
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Los lugareños tratan de rellenar con bolsas de arena y piedras las partes más críticas para evitar que siga erosionando y que la zanja crezca, pero es imperiosa que tanto la municipalidad o el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), tomen cartas en el asunto y solucionar antes de que la avenida se corte en dos.
“Es un desastre, ya esta mañana los conductores se tomaron a golpes porque no podían pasar, el pozo está en el medio mismo y los camiones tienen que pasar por el borde y con un descuido pueden caer a la zanja, y esto con otra lluvia ya se corta la avenida”, expresó un vecino, Ricardo Valdez.
Agregó que hace varios meses que el asfaltado se iba rompiendo con cada lluvia, pero con el último temporal, que inundó todo, ya la capa asfáltica fue arrastrada y quedó una enorme zanja en el sitio, esperan que por los menos la municipalidad señalice el lugar.
La vereda también fue arrastrada por los torrentes y los lugareños deben de caminar sobre la calzada con todo el peligro que implica, debido a que la referida vía es muy transitado durante todo el día, incluso pasan enormes camiones que ocupa toda la arteria.
Calle los Laureles
Otra de las vías que quedó intransitable en la zona de Pai Ñu tras la tormenta es la calle Los Laureles, que comunica con Pratt Gill, una familia quedó literalmente atrapada, debido a que la vía se convirtió en una zanja, el empedrado desapareció.
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La vía cuenta con una gran pendiente y los torrentes, que vienen hasta de la zona de San Lorenzo, corren a un gran velocidad y lleva todo lo que encuentra a su paso, los pocos desagües pluviales de la avenida Pratt Gill se encuentran taponadas.
“Este es un problema de siempre, no hacen bien los trabajos y gastan millones de guaraníes, solo en la cabecera de Pratt Gill hicieron un cementado y que también tiene grietas y ahora la lluvia lleva el empedrado de la parte de arriba y nosotros no podemos salir de nuestra casa”, expresó el afectado, Juan Mancuello.
Dijo que en el lugar faltan alcantarillados en los costados y canaletas para que los torrentes no corran sobre el empedrado. La municipalidad solo se limitó a llevar una cinta para clausurar el tramo.
Llamamos al intendente colorado, Tomás Olmedo, para escuchar su versión sobre esta situación, pero no atendió las llamadas y tampoco respondió el mensaje que le enviamos a su teléfono móvil.