AREGUÁ (Gladys Villalba, corresponsal). Veredas ocupadas por comerciantes que no permiten el paso peatonal, construcciones que no guardan relación con el estilo de las antiguas casas de la época, pavimento hecho con piedras del Cerro Kõi en deterioro, casas coloniales en ruinas, agua servida, basura, polución sonora, tránsito de camiones de gran porte pese a prohibición, cartelería inadecuada, falta de señalización, son solo algunos de los desaciertos ignorados por el intendente de Areguá, Humberto Denis Torres Fleytas, colorado cartista, reelecto por segundo periodo consecutivo.
“Su ignorancia no le permite dimensionar el perjuicio causado al casco histórico”, sostienen los miembros de la organización Pobladores del Casco Histórico de este distrito, refiriéndose al jefe comunal. Lamentan que las distintas direcciones municipales no accionen ante varias violaciones de ordenanzas, que fueron creados precisamente, en defensa del casco histórico. También, claman por la urgente intervención de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y otras instituciones.
Aseguran que la Gobernación del departamento Central, cuyo administrador es el imputado cartista Hugo Javier González Alegre, exanimador de fiestas, nunca intervino, así como tampoco presentó proyectos que ayuden a la conservación de los innumerables patrimonios.
Cira Bejarano, presidenta de la organización, indicó que las necesidades son varias y que una de las preocupaciones es que hasta la fecha, no recibieron ningún tipo de ayuda del Municipio para seguir innovando y así conservar la denominación de “Ciudad Creativa” declarada por la Unesco en 2018.
“Areguá es una ciudad que tiene de todo para poder ser una perla en el departamento Central, para ser una ciudad mística por excelencia, para ser una ciudad con desarrollo. Tiene el paisaje, la naturaleza, cerros, tiene el lago Ypacaraí, mucha vegetación todavía y tiene una inmensa riqueza cultural en cuanto a sus casonas del siglo pasado que son monumentos. Tiene su historia, tiene una estación ferroviaria que aún subsiste y unas calles tranquilas hasta hace poco. Ahora las calles se han vuelto totalmente intransitables, ya sea por el paso de los camiones pesados o los colectivos que van por cualquier parte o por los vendedores que ocupan veredas y calles”, indicó Cira Bejarano.
La defensora y apasionada de todo el patrimonio cultural que engloba el centro urbano de Areguá, también agregó que “lastimosamente la ciudad ya no se presta para hacer paseos, para reunirse tranquilamente en las plazas o al pie de la iglesia parroquial, Virgen de la Candelaria, así como de disfrutar y transitar libremente por el paseo central porque todo está muy descuidado y destruido”.
Polución sonora
Bejarano dijo además que penosamente la capital departamental se dejó invadir por inadaptados que diariamente son protagonistas de la polución sonora en pleno centro, ante la complicidad de la Municipalidad de Areguá.
“Nuestra lucha viene desde hace cinco años y desde el principio nos propusimos poner en valor todo lo que tenemos y luchar contra las cosas que afean a nuestra ciudad”, remató la pobladora.
Por su parte, Antonia Cáceres, directora de Cultura de la Comuna local, al ser consultada sobre la existencia de proyectos de conservación del casco histórico, dijo que actualmente se encuentra trabajando con la organización Gobernanza, que nuclea a otras organizaciones defensoras del casco.
Respecto a la habilitación de los comercios en pleno espacio público y la modificación de infraestructuras que no se adecuan a la esencia patrimonial, dijo que la misma no tiene competencia en la situación.
Intentamos hablar con el intendente Humberto Denis Torres sobre la situación que atenta contra patrimonios, algunos con más de cien años de antigüedad, pero tenía el celular apagado.
Ciudad creativa
La Unesco denominó al distrito de Areguá como Ciudad Creativa en 2018. Esto fue un logro de las diferentes organizaciones que trabajan a pulmón, sin el apoyo de las instituciones, en defensa del rico patrimonio. Hasta el próximo año, la Unesco dio tiempo para presentar innovaciones que ayuden a la conservación del legado. De lo contrario, se podría perder el título.