Mientras Petropar baja otros G. 500 y G. 300, privados siguen analizando

Petropar anunció ayer que desde este lunes nuevamente bajará el precio de su diésel común (clase III) en otros G. 500 y en G. 300 su nafta de 93 octanos. Así, la reducción del valor de venta de esos combustibles ya es en total de G. 1.000 y G. 800, respectivamente. Los importadores privados informaron que siguen analizando sus precios.

El cierre de rutas siguió hasta ayer, aunque prometieron cancelarlo el fin de semana. Camioneros se quedarían al costado de las vías.GENTILEZA
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El Gobierno comunicó ayer en horas de la tarde que Petropar reducirá el precio de dos de sus combustibles desde este lunes. La disminución será de G. 500 el litro para el diésel común y G. 300 el litro en la nafta 93. El anuncio fue realizado en conferencia de prensa luego de una reunión del Equipo Económico Nacional.

Ya el miércoles último la compañía estatal había bajado G. 500 por litro el precio de los dos carburantes citados, por lo que la reducción total ya llega a G. 1.000 para el diésel tipo III y G. 800 para la nafta de 93 octanos.

El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, señaló que dicho aminoramiento se cubrirá con el aporte intergubernamental que Petropar dejará de transferir al Tesoro y que, en caso de ser necesario, esa compañía también recibirá aporte de recursos genuinos para no afectar sus finanzas, pero enfatizó que eso será temporal.

Mientras tanto, los emblemas privados, que querían aplicar un incremento de G. 750 por cada litro desde el miércoles último, señalaron ayer que siguen analizando sus costos y no confirmaron una posible suba ni una disminución de sus valores de venta final.

Los importadores del sector privado estaban esperando el tratamiento del proyecto de ley de subsidio que el Gobierno les planteó, pero eso ya fue descartado. Ante este escenario, ¿aumentarán los precios de los combustibles como anunciaron desde la semana pasada? Es la consulta que remitimos a los representantes de los emblemas más importantes.

Jorge Cáceres, de Copetrol, señaló: “Todavía no tomamos una decisión. Los últimos sucesos en el Congreso requieren de un análisis pormenorizado de la situación”.

A su turno, Miguel Bazán, de la Cámara de Distribuidoras Paraguayas de Combustibles (Cadipac), indicó que venderán los combustibles a los precios que “nos den nuestros costos” y agregó: “Nosotros no podemos perder plata. Mi empresa (Integral) hasta ahora puede mantener los precios, pero no sé hasta cuándo”.

También preguntamos a Luis Ortega, de Barcos y Rodados (que ya está operando como Shell), sobre el tema de los precios, pero no tuvimos respuesta hasta el cierre de esta edición.

Volúmenes importados

De acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), actualmente hay en el país 15 importadoras de combustibles, que son las que iban a beneficiarse si era aprobado el proyecto de ley para subsidio del precio de los combustibles, al que denominaron Fondecpy, y que finalmente fue descartado ayer. Las importadoras que iban a beneficiarse con la subvención si avanzaba el plan de ley elaborado por el Poder Ejecutivo son: Petropar, Barcos y Rodados (ahora Shell), Copetrol, Petrobras, Petrosur, Monte Alegre, TLP, Puma, Integral, San Isidro, Moro, Fuelpar, Petrosan, Enex y Copeg.

Aunque el proyecto de ley del Fondecpy fue descartado ayer por las autoridades, la adherencia al subsidio debía estar sujeta única y exclusivamente a la voluntad de los potenciales beneficiarios y lo más seguro era que todos iban a aceptar la subvención para poder competir con precios más bajos en el mercado.

De acuerdo con los datos del año pasado, Petropar lideró las importaciones de gasoil tipo III (común) con 309.331.348 litros (16,8%); Barcos y Rodados con 268.632.012 litros (14,6%); Petrobras con 241.471.488 litros (13,2%); Copetrol con 220.935.587 litros (12,0%); Monte Alegre con 191.608.291 litros (10,4%); Petrosur con 178.775.652 litros (9,7%) y Puma con 144.758.592 litros (7,9%).

La lista sigue con TLP con 112.192.724 litros (6,1%); Integral, 59.130.824 litros (3,2%); Moro, 37.316.139 litros (2,0%); San Isidro, 24.282.755 litros (1,3%); Petrosan con 19.568.631 litros (1,1%); Fuelpar 14.766.631 litros (0,8%); Enex con 8.893.371 litros (0,5%), Copeg con 4.508.043 (0,2%).

En total fueron importados 1.836.172.088 litros de diésel. En el caso de las naftas, las importaciones fueron lideradas el año pasado por Copetrol, con 126.043.930 litros de nafta virgen y 52.313.300 litros de nafta ron 91, según los datos del MIC a los que accedió nuestro diario ayer.

Proyecto fue descartado

La Cámara de Senadores convocó a una sesión extraordinaria ayer para estudiar el proyecto de ley que buscaba crear el Fondo de Estabilización de precios de los Combustibles (Fondecpy), pero no reunió los votos y fue descartado por las autoridades del Gobierno.

Según el borrador de aquel plan de ley, para subsidiar los combustibles (diésel común y nafta 93) se buscaba crear un fideicomiso con un aporte inicial de US$ 100 millones por parte del Estado, que se quería financiar con un préstamo de libre disponibilidad del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, el cual fue desechado por las críticas.

Cotización del petróleo

La cotización del petróleo cerró ayer en US$ 107,69 por barril en el caso de la clase Brent (referencia en el mercado europeo) y el WTI (West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos y en Paraguay) cerró con US$ 104,54, lo que representa un pequeño incremento respecto al jueves último. Según analistas, estos precios por encima de los US$ 100 el barril se mantienen por el rechazo de Rusia en acatar la decisión de la Corte Internacional de Justicia, que el jueves le ordenó suspender sus “operaciones militares”.

Rechazan más carga a ciudadanía

Los gremios empresariales se pronunciaron ante la propuesta del Ejecutivo de crear un fondo para “estabilizar” el precio de combustibles, que no es otra cosa que subsidiar el valor del producto. Los representantes coincidieron en expresar su temor acerca de que esta medida sea la excusa para más solicitudes de subsidios, obligaciones que el Estado no está en condiciones de soportar debido a su déficit fiscal (que este año estaría en torno al 3%, según el PGN), y considerando que más créditos significaría superar nuestro actual tasa de 35% de endeudamiento. O bien, podría significar aumento de impuestos.

La Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), presidida por Patricia Toyotoshi, dijo que no comparte la idea de implementación de “soluciones” que impliquen contraer, por parte del Estado, nuevas deudas, “cuyos pagos, en definitiva, deberán ser soportados por todos los ciudadanos y por generaciones futuras”.

En ese sentido, sugirió que se instale una mesa de diálogo entre todos los sectores del país y buscar soluciones alternativas “que no impliquen contratación de nuevos empréstitos por parte del Estado, pero que permitan paliar la delicada situación, que esperamos sea meramente coyuntural”. Por otra parte, el gremio lamentó que sea vulnerado el derecho de libre circulación en las rutas y avenidas del país, por lo que instó al Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez a “cumplir y hacer cumplir las disposiciones de la Constitución Nacional”.

Combustible: no se puede intervenir el precio

La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) aseguró que el Gobierno no puede intervenir cada vez que el precio del petróleo –que se fija internacionalmente– aumenta para mantener internamente el precio de los combustibles. “En la medida que un Gobierno abre el camino a más subsidios –bajo amenazas o por cortes de rutas–, necesariamente se traduce en aumento de los impuestos vigentes o en creación de otros para hacer frente a los nuevos compromisos financieros que asume, y a los gastos públicos”, analizó la vocera de gremio, Sandra Noguera. Recordó que este año, en particular, es más sensible la economía de todo el país en general, y de los sectores agroganadero, forestal y energía, en particular, golpeados por la sequía, puesto que se vieron afectados el 60% de la producción y la navegabilidad en los ríos, que derivó en un aumento de costos logísticos. “Van a dejar de ingresar entre US$ 3.000 a US$ 3.500 millones de divisas al país, en el que la inflación seguiría aumentando”, dijo.

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