Kattya denunció que “antinarcóticos” vigilaban su casa y que incluso fue amenazada con armas

La diputada Kattya González (Partido Encuentro Nacional - PEN) se solidarizó con su colega Celeste Amarilla, que ayer denunció ser víctima de presuntas escuchas ilegales desde la Senad, y contó sus propias experiencias. La más reciente, en diciembre pasado, fue la de un vehículo con chapa robada que montaba guardia frente a su vivienda, y que tras las averiguaciones, hicieron pasar como supuestos policías “antinarcóticos” que supuestamente la estaban resguardando. Antes, dijo vivir momentos incluso peores, cuando la seguían en vehículos, desde donde le mostraban armas de fuego a modo de amenaza, llegando incluso a pensar en renunciar.

Automóvil con chapa robada que montaba "guardia" frente a la vivienda de la legisladora Kattya González.Foto Gentileza
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La diputada kattya González aclaró que todas las denuncias de los hechos de amenaza y amedrentamiento que vivió las había denunciado en su momento y recién ahora las hace públicas, no esperando una reacción de las autoridades, ya que según dice, nunca hicieron nada, sino para respaldar a su colega Celeste Amarilla, en el sentido de que no es la única que sería “vigilada” desde organismos del Estado.

“Yo ya dejé de denunciar y ya no voy a denunciar, esto (exposición pública de su caso) es un blindaje ante la opinión pública y para decir que Celeste (Amarilla) no está loca, que somos muchos los parlamentarios que estamos viviendo situaciones similares”, dijo González, que mostró evidencias del último caso denunciado en diciembre pasado.

En dicha ocasión, a finales del año pasado, “llamativamente un auto blanco de la marca Jeep estaba estacionado durante aproximadamente 15 a 22 días, frente a mi domicilio y esto llamó la atención de mis vecinos”, comenzó explicando la legisladora.

Automóvil con chapa robada que montaba "guardia" frente a la vivienda de la legisladora Kattya González.

Al quedar registrado en las cámara de seguridad las características del vehículo, “pregunté por la chapa y resulta que la chapa era robada y no le pertenece al auto”, sostuvo. Según los registros que obtuvo, la chapa del rodado pertenecía a uno de la marca Toyota. A raíz de esto contactó con la comisaría local y pidió que una patrullera averigüe qué estaba pasando.

“Viene la patrullera, le interceptan y se bajan dos personas de civil. Esas personas alegan ser policías de antinarcóticos o algo así, eso es lo que me comenta luego el comisario, y supuestamente estaban cuidándome, que estaban haciendo una vigilancia por el operativo Año Pajá (Fin de año) y se retiraron de ahí, y después nunca me informaron nada más”, continuó relatando González.

Obviamente, preocupada aún por la situación, consultó si tenían alguna información que amerite que monten guardia frente a su domicilio, a fin de reforzar los cuidados en su familia, pero nada le informaron.

“Cuando les preguntan de quién es el auto y por qué tenía una chapa robada, dicen que fue incautado en un operativo antidrogas y que les fue asignado por el fiscal para su uso particular”, acotó.

Registro de la chapa, en el que se observa que corresponde a otro vehículo.

Por todo esto, consideró probable lo que denunció ayer su colega Amarilla, que dijo que la habían amenazado con supuestamente divulgar audios suyos, fruto de presuntas escuchas irregulares, a modo de amenaza.

“El cierto lo que dice Celeste, que desde el Estado se hacen las escuchas, yo creo que ese auto, más allá de espiar mis movimientos o no sé, está tomando nota de lo que hago, qué hora salgo, con quién hablo, en ese auto bien podría estar un aparato de escucha de ambiente, porque como estaba cerca no se necesitaba más que una tecnología de escucha mínima digamos”, apuntó.

Pensó en renunciar tras ser amenazada con armas

El punto más crítico que recuerda fue a mediados del año pasado, cuando dijo incluso ser seguida por personas que le mostraron armas de fuego.

La diputada Kattya González acusó que el pedido de préstamo era un intento nuevo de "plata je'u" y esto motivó que se levante la sesión.

“Por julio y agosto aproximadamente, ahí fue el punto donde me quebré mal, al punto de pensar en querer renunciar, me quebré mal porque era imposible lo que me hacían, cómo me perseguían, me mostraban armas. Nada se podía hacer según la policía y nada hicieron, que es lo más grave. A mí me siguieron autos que me mostraban armas, y no hicieron nada”, relató.

Con relación a este caso también dejó constancia oficial, e incluso llegó a hablar con los ministros del Interior, Juan Ernesto Villamayor, Euclides Acevedo y Arnaldo Giuzzio y ninguno dio soluciones concretas. También de momento dijo reservarse las personas de quienes cree vienen estas amenazas, pero dice estar segura de que tienen motivaciones políticas.

“He recibido muchísimas amenazas y en algunos casos he dejado constancia incluso por escritura pública, porque tenía legítimo temor de que estén buscando plantar algo, porque eso es así, porque yo no entiendo qué hacía antinarcóticos, ¿Quieren plantarme algo? ¿Quieren decir que estoy metida en algo raro? ¿Me están siguiendo? Yo no sé lo qué está pasando. De que es raro es raro, Celeste no está loca, estamos viviendo un momento similar y no es de ahora nomás”, dijo finalmente.

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