Quiñónez juró como fiscal general el 8 de marzo de 2018 con un discurso tibio y promesas de lucha contra la corrupción y la impunidad, que incumplió.
Su designación fue duramente cuestionada al ser ternada pese a figurar en el puesto N° 60 entre los candidatos y por ser considerada “candidata de Cartes” en los audios filtrados por ABC Cardinal.
“Yo no les voy a defraudar. Les voy a recuperar la credibilidad que la institución hoy carece”, dijo en alusión al exfiscal Javier Díaz Verón, hoy procesado por enriquecimiento ilícito.
Sin embargo, Quiñónez quedó en evidencia al cajonear numerosas denuncias contra referentes del cartismo, entre ellos el gobernador de Central Hugo Javier González.
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“El Ministerio Público está abierto para todos los paraguayos sin excepción”, dijo entonces. Empero, las denuncias por el fraude del Metrobús, de Cartes y el exministro de Obras Ramón Jiménez Gaona, están congeladas.
“Me ha tocado trabajar contra todo tipo de organizaciones criminales y he dado respuestas”, expresó sobre su experiencia como fiscala. Sin embargo, esa trayectoria brilló por su ausencia cuando dejó cajoneada cualquier investigación contra Darío Messer. Además, nada hizo contra los funcionarios de dicho gobierno que ocultaron los movimientos de grandes sumas de dinero.
“A mi país no le puedo defraudar. Y si lo hago, por favor recuérdenme”, dijo.
En cambio, hoy en día justifica la falta de investigación en casos como del intendente de Asunción Oscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, HC). “Para la gente es fácil opinar y decir que hay que imputar”, refirió. Al cuestionársele que demoró en designar un agente para el caso Nenecho, dijo que pueden hacerlo “cuando nosotros queramos”.
En un mensaje a los funcionarios y fiscales les señaló: “sepan que no voy a perdonar un acto de corrupción”; sin embargo, todos sus colegas involucrados en los aprietes de Óscar y Ramón González Daher están blanqueados o bajo investigaciones de fachada.
Prometió transparentar al Ministerio Público y un año después impulsó una acción de inconstitucionalidad para impedir que la Contraloría General de la República hacer auditorías en ese organismo.
También indicó que no le importaban “los colores” partidarios pero actuó en forma dispar siempre. Efraín Alegre, titular del PLRA, estuvo preso por factura falsa mientras Hugo Javier no fue imputado durante numerosos meses. Tampoco investigó denuncias contra Horacio Cartes hasta que fue amenazada con el juicio político.